Críticas de libros

En los años 70 del pasado siglo, Mario Vargas Llosa se sumergió en los pros y los contras de la novela irónica, algo evidente en Pantaleón y las visitadoras (1973) y, sobre todo, en La tía Julia y el escribidor, de 1977. En dicho texto, el autor de Arequipa ofrece otra vía de expresión y apuntala una obra, su obra, que terminaría siendo considerada como una de las más ricas de América Latina.

La tía Julia..., sátira compuesta en alas de dos narraciones paralelas acerca de la deriva de un joven escritor, fue publicada diez años espués de una de las obras maestras del boom latinoamericano (Rayuela, Julio Cortázar) y, al igual que en ella, en esta narración de Vargas Llosa hallamos un rico universo pero también percibimos una original combinación de profundidad psicológica y humor centrado en el desvarío personal.

La atípica novela que ahora reedita Alfaguara (sello que también presenta la citada Pantaleón y las visitadoras, Deshoras, de Julio Cortázar, y la Historia personal del ‘boom’ de José Donoso) es, por lo tanto, la muestra evidente de lo que muchos especialistas han venido reconociendo desde hace un buen número de décadas: que la creatividad novelística del siglo XX es todavía más rica que la del XIX.

Nada menos...

¡Es que soy un zorro!

No resulta extraño que George Sanders imparta en la actualidad clases de Escritura Creativa en la Universidad estadounidense de Siracusa o lo haya hecho hasta hace nada: Zorro 8, la novela breve que Seix Barral presentó a finales del pasado año, es una lectura original y enormemente divertida. El relato cuenta, además, con ilustraciones de Chelsea Cardinal, diseñadora presente en diversos trabajos como éste, al cual aporta una seie de imágenes que trasladan a la mente del lector más joven el sentido de una narración implicada en la mejora de las relaciones sociales y el medio ambiente.

En realidad, Zorro 8 no oculta nada. Y en su arranque mete a dicho lector, joven o adulto, en el vagón del rápido tren de uaan modo inmediato: 

“Querido leztor: Antes de nada tengo que pedir perdón por las faltas de hortografía. ¡Es que soy un zorro! Así que no escrivo ni deletreo perfezto. ¡Pero voi a contar cómo aprendí a escrivir y deletrear tan bien!”.

El resto... bien, el resto corre a cargo del consumidor de libros como éste, muestra de literatura inteligente y sentido del deber en un mundo corrompido en diferentes aspectos y en buena parte de su geografía.

Historias y crímenes de la crónica negra

A lo largo de las páginas de una docena de libros (Grandes casos de la crónica negra, Tras la huella del crimen, Sin censura), el periodista pamplonés Juan Sánchez Rada ha examinado diversos aspectos del devenir del periodismo español y, en especial, de publicaciones como El Caso, semanario esencial de... la crónica negra peninsular. Bien, pues ahora mismo, es él quien nos presenta un nuevo libro: Crímenes con historia. ¿Qué aporta este texto de SND Editores? 

El subtítulo del mismo es muy significativo al respecto: De los inicios de la crónica negra a la aparición de El Caso. En este libro, Rada da un repaso a tal historia por temáticas y su estudio sigue un orden cronológico pero lo más sugestivo del caso (de este caso) es su estilo, propio de un relato esencialmente ensayístico, ¡cómo no!, aunque igualmente dotado de un nivel narrativo superior al de la mayoría de sus anteriores trabajos. 

Inicio del primer capítulo: “La primera noticia escrita de la historia fue un crimen. El Génesis describe como Caín dio muerte a Abel en el Paraíso Terrenal. Después de aquel fratricidio, una interminable sucesión de muertes violentas se ha ido produciendo hasta la actualidad”. Al fin y al cabo, se trata de relatos “apasionantes que, remontándonos a los inicios de la humanidad, se narraban dentro de cuevas al calor de la hoguera. Durante siglos, el escenario donde se contaban tan trágicas historias”. Y, ¿qué vino después? 

“A partir del siglo XV tuvieron bastante auge las denominadas relaciones de sucesos. Un género histórico-literario que, junto con los avisos, precedió al periodismo, en especial a lo que con el tiempo sería la crónica negra (...)”: Crímenes con historia supone, pues, la historia de la llamada crónica negra allá donde, ya a lo largo del siglo XX, aparecerían publicaciones genéricas como Crónica del Crimen o Últimos sucesos. Finalmente, el libro de la editorial madrileña muestra al lector todo un Índice fotográfico a modo de complemento ideal de un viaje apasionante. 

Un viaje que, en realidad, se remonta principalmente a una época bien definida y resumida en el ensayo del autor Prensa: del Movimiento al Socialismo (Editorial Fragua, 1996), donde recordaba que la historia de la Prensa pública en España es la de “sesenta años (1936-1996) de dirigismo informativo. Surgida con el estadillo de la guerra civil, adoctrinada por el Movimiento, dirigida por el franquismo, manipulada y después legislada su privatización por la UCD y vendida la mejor parte y liquidado el resto por el PSOE, sigue dando todavía qué polemizar”.   

Un viaje que, en definitiva, nos obliga a recordar otros complicados detalles del pasado, todos ellos tan interesantes como el documental Queridísmos verdugos (Basilio Martín Patino) y la serie La huella del crimen (TVE); ahora bien: Crímenes con historia también se hace cargo de los resultados de investigaciones recientes sobre escándalos de antaño e igualmente se interesa por casos muy vivos en nuestros días, como el de Bernanrd Madoff: “Fue sentenciado a siglo y medio de presidio, la máxima pena que se le podía imponer. Era consciente de que ya no volvería a la calle. Falleció en la soledad más absoluta en 2021”.

Crímenes con historia: crónica negra para le eternidad.