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Helena Taberna: "La literatura y el cine nos pueden permitir vivir en una sociedad mejor"

La cineasta, que el 2 de octubre iniciará el rodaje de su nueva película, recibió el homenaje de la Asociación de Escritores de Navarra con motivo del inicio de la Feria del Libro

Helena Taberna: "La literatura y el cine nos pueden permitir vivir en una sociedad mejor"Javier Bergasa

“Me importa el mundo en el que vivo y que los niveles de felicidad humana vayan a más, y creo que el cine y la literatura son elementos que nos pueden permitir vivir en una sociedad mejor, más justa y luminosa”. Así lo ha afirmado la cineasta Helena Taberna durante el homenaje que le ha tributado la Asociación Navarra de Escritores / Nafar Idazleen Elkartea (ANE / NIE) con motivo del inicio de la Feria del Libro de Navarra, abierta hasta el próximo domingo 4 de junio en la Plaza del Castillo de Pamplona.

Taberna ha protagonizado un acto en el que ha estado acompañada por dos escritoras, Isabel Hualde y Charo Begué, que han ido dialogando con la productora, directora y guionista de Altsasu a medida que han desgranado su trayectoria ante un público formado por numerosas/os autoras/es radicados en la Comunidad Foral, así como con la presencia puntual de Koldo Martínez y Txema Mauleón, candidatos, ambos, a la alcaldía de Pamplona en las elecciones de este domingo 28 de mayo.

Durante su intervención, Taberna, que al principio ha dicho sentirse “un poco usurpadora” al recibir un premio procedente del mundo de las letras, ha recordado sus primeras incursiones en forma de videocreaciones en las que ya estaba presente la literatura, concretamente la poesía de José Ángel Valente, caso, por ejemplo, La mujer de Lot. Ambas esferas, cine y literatura, son, ha dicho, “una necesidad para el ser humano”. “Si en una sociedad todas las personas tuvieran la oportunidad de leer un buen libro y de ver una buena película al mes estaríamos salvados en el placer de la vida, que es el placer del aprendizaje. Ahora que estoy con gente de distintas generaciones, también niños, me doy cuenta de que el mayor placer de la vida es aprender, solo que en esta cultura judeocristiana en la que nos hemos criado nos han mostrado el aprendizaje como castigo, como sufrimiento. Sería fantástico que le diéramos la vuelta a ese planteamiento, y solo haría falta un pequeño esfuerzo”, ha apuntado. La cineasta también ha lamentado que el cine reflexivo, “el que hace pensar y provoca emociones” esté “perdiendo la batalla” en estos tiempos de consumo rápido. “La literatura aguanta porque sigue en las enseñanzas regladas, pero el cine no, y es importante recordar esto porque mi aprendizaje ha transitado en gran medida por las películas que he visto”, ha agregado.

Confianza

Y varias de sus películas se han basado en libros. Como La buena nueva (2008), inspirada en No me avergoncé del evangelio, memorias que Marino Ayerra publicó de forma clandestina en los años 50. “Me marcó de tal manera que ya cuando estaba haciendo mis primeros cortos hice un primer boceto de guión”. Y es que esta iba a ser su primera película, aunque al final lo fue la exitosa Yoyes (2000), “que fue refrendada no solo por su discurso, sino también como película, que es lo que me importa”. No en vano, a pesar de que en su trabajo refleja temáticas que le inquietan, Helena Taberna huye “como de la peste” de hacer panfletos. “Me espantan. La verdad en sí misma es lo suficientemente profunda, dolorosa o luminosa como para necesitar adornos. Y el cine panfletario es generalmente malo porque rompe con la esencia del ser humano, que es la contradicción”, ha señalado. 

Otro de los textos que la directora y guionista llevó al cine fue El contenido del silencio, de Lucía Etxebarria, pero no fue una adaptación, sino una inspiración. Un punto de partida. De ahí nació Acantilado (2016). “Me interesaba sobre todo el tema de las sectas y rodar en Canarias”, ha indicado Taberna, que en este caso coescribió el guión con Andrés Martorell y Natxo López.

Antes había estrenado Nagore (2010), basada en el asesinato de Nagore Laffage. Una película documental al igual que Extranjeras (2003) y Varados (2019). “He tenido la suerte de que en estos años muchas personas me han cedido sus testimonios y sus experiencias sabiendo que no las iba a traicionar. Es una cuestión de confianza”, ha destacado Helena Taberna, para quien “el mejor abrazo que podía darle a la madre de Nagore era hacer esta película”. Una cinta que cobró nueva vida cuando se produjo la violación de la manada “y la vieron muchos de los periodistas que cubrieron el caso”. En ese sentido, “me gustó contribuir a la creación de una sociedad más feminista, justa y hermosa”. Y lo mismo sintió cuando el año pasado vio el cortometraje El tercer cuaderno, de Lur Olaizola, basado en los diarios de Dolores González Katarain, Yoyes, y en el que la actriz que lee los textos es Ana Torrent, protagonista de la ópera prima de la realizadora navarra. “Es como si la película hubiera trascendido el hecho cinematográfico y ya perteneciera al imaginario colectivo”. A lo que hay que añadir el hecho de que al igual que otras cineastas lo fueron para ella, Taberna se convierte, de este modo, en referente para las creadoras emergentes

‘Feliz final’

En estos momentos, la directora alsasuarra trabaja en la adaptación de la novela Feliz final, de Isaac Rosa, cuyo rodaje dará comienzo el 2 de octubre en Bilbao y también recalará en parte en Navarra. “La mayor parte de las adaptaciones de libros al cine no suelen satisfacer a los autores, pero nosotros tenemos una excelente relación, a ver qué pasa al final”, ha dicho Taberna, que tiene claro que “lo importante es que guste al público, que le provoque emociones”. “Un autor tiene que ser lo suficientemente inteligente para valorar que a otras personas les ha tocado algo de lo que contiene su obra”, ha continuado, y ha dejado claro que, suceda eso o no, el o la cineasta deben mantener siempre intacta su libertad creativa. “Si no la tienes, acabas por imponerte una autocensura y así ningún proyecto sale bien”, ha concluído.

Myriam Gómez, gerente del París 365, junto a Rebeca Esnaola y Pablo Abarzuza se ha dirigido a los presentes tras recibir el lote de libros adquirido por las/os libreras/os con las donaciones obtenidas durante el Día del Libro.

EN CORTO

  • Inauguración. Giorgia Saiu, librera de Arcos Liburudenda, ha participado en la inauguración de la Feria del Libro de Navarra, destacando a las personas asistentes como el “alma” de este evento. “Sin ellas no tendría sentido”, ha señalado, y ha animado a la ciudadanía a “curiosear, tocar y, por qué no, comprar libros”, así como a disfrutar de una programación con más de 40 actividades en la que podrán conseguir la firma de sus autores favoritos o disfrutar de un recorrido por La Pamplona de Hemingway, entre otras cosas.
  • Donación al París 365. La gerente del París 365, Myriam Gómez, ha recogido un lote de libros de la Asociación de Librerías Diego de Haro, adquirido con las donaciones que las ciudadanía realizó el Día del Libro por cada flor recibida. “Es importante que todas las personas, independientemente de su situación, tengamos acceso a la cultura, que genera comunidad”, ha indicado.
  • 17 librerías. Abárzuza, Arcos, Arista, Chundarata, Elkar Comedias, Elkar Leire, Karrikiri, Katakrak, Ménades, Miriam, Muga, Nerea, Troa y Walden, de Pamplona; Akelarre, de Elizondo; La Valeta, del Valle de Egüés, y Letras a la taza, de Tudela.