Dentro de su objetivo prioritario de servir de máxima utilidad a la sociedad, la Federación Navarra de Caza (FNC) se ha propuesto redoblar sus esfuerzos para arrimar el hombro en los trabajos que intentan evitar que la Comunidad foral viva un verano tan espantoso como el del pasado año en lo referente a los incendios forestales. Hace unas semanas, representantes de la entidad se reunieron con el director de Protección Civil y Emergencias de Navarra, Javier Boulandier, para organizar la acción de los cazadores en esta materia, y, ahora, se ha incluido también este ámbito en el Día de la Caza, que se celebrará el próximo 3 de junio en Elizondo.

Como se recuerda, la cita anual de todos los cazadores de la comunidad llevaba tres años sin poder celebrarse, después de los dos de la pandemia del Covid-19 y la cancelación del 2022, propiciada, precisamente, por los incendios que afectaron a la región durante los días previos. Por ello, la entidad que aglutina a los cazadores navarros estima esencial que ese día de naturaleza festiva y familiar en torno a la caza dedique algunos momentos a concienciar a toda la población sobre la importancia de prevenir los incendios forestales y, en el caso fatídico de que se registren, a propiciar la máxima coordinación posible, para resultar de ayuda a los servicios de emergencias.

Además de buscar la colaboración de los bomberos para que pronuncien breves charlas con consejos prácticos para agricultores y cazadores, los actos del Día de la Caza incluirán una demostración de Ecofire, un producto inventado por el aragonés César Sallén, cuya efectividad a la hora de apagar las llamas resulta sorprendente, ya que extingue el fuego de manera instantánea y, además, permite la creación de líneas de cortafuegos, por lo que su acción puede contribuir enormemente a las labores de los bomberos en los montes.

Sallén cuenta que el germen de su invención se remonta al año 2005, con el fatal incendio de Guadalajara en el que murieron 11 personas y en el que se quemaron 13.000 hectáreas. “Me propuse que a esto había que darle algún tipo de solución y creé un producto que paraba el fuego. Estaba hecho con componentes minerales y funcionaba como una pintura. Sin embargo, no funcionaba del todo bien, porque se asolaba y había que moverlo todos los meses”, explica.

Su tenacidad le hizo seguir investigando y, fruto de la colaboración con los bomberos de la Diputación de Huesca, con los que formó un equipo para entender sus necesidades y asimilar cómo cambiaba la lucha contra el fuego y los propios incendios forestales, con veranos cada vez más calurosos, creó el Ecofire, que lleva comercializándose desde septiembre del 2022. Este empresario aragonés tenía claro que deseaba un producto 100% ecológico y que fuera orgánico, para que pudiese echarse encima de una persona o de un animal, sin que suceda absolutamente nada, al igual que si cayese encima de un cultivo, que no tuviera repercusión negativa alguna.

“Bajo esa premisa, centré mi investigación, gracias a la cual, he llegado a crear un producto cuyos componentes son todos comestibles. Y lo más importante: que, aunque sirve para la extinción directa, donde realmente es efectivo es estableciendo líneas de cortafuegos”, aclara. Su método de empleo es simple: se lanza contra el fuego y crea una zona que bloquea su avance, apagándolo por completo. Y esa zona queda preparada para actuar contra las llamas, hasta que llueva más de 12 litros por metro cuadrado, algo también esencial, según le exponían los bomberos. “Me decían que ellos no querían algo que solo les durara un par de horas, ya que el viento cambia por momentos y, por eso, todo el trabajo que hubieran podido hacer, no les serviría de nada”, comenta.

En Elizondo, la demostración consistirá en enseñar cómo actúa este producto con diversos materiales, desde un neumático prendido con un soplete a 1.230 grados, hasta cartón, papel, plásticos, metales… E, igualmente, también se exhibirá su funcionamiento con elementos agrícolas, como la paja, para revelar su utilidad y su provecho para todos los actores del sector primario. El Ecofire se vende en diferentes formatos, tanto en garrafas para rellenar mochilas, como en equipos de 50 litros para camiones, y otros de 100 litros destinados a maquinaria agrícola.

A nivel técnico, genera una capa carboxílica que, cuando contacta con el fuego, aumenta cincuenta veces su tamaño. A esa capa, además, no le afecta la transferencia de temperatura, por lo que los materiales se quedan aislados. Y la capa, por su parte, se mantiene pegada, evitando el contacto con el oxígeno. De ese modo, precisa Sallén, se rompen dos partes del triángulo del fuego.

La prueba de este producto será tan solo uno de los eventos organizados para celebrar el Día de la Caza, que se desarrollará en la citada localidad navarra para conmemorar los 75 años de existencia del Club Deportivo de Cazadores y Pescadores del Valle del Baztán, la sociedad de cazadores más grande de toda la Comunidad foral, con unos 900 integrantes y 19 pueblos que forman parte de su territorio, que se extiende por más de 38.000 hectáreas.

A lo largo de una jornada con actos ideados para toda la familia, se remarcará el papel tan esencial que representa el colectivo cinegético para muy diversas funciones, como el control de las especies animales, la reducción de accidentes de tráfico por atropellos a animales, la disminución de los daños en la agricultura que causan las especies cinegéticas, el freno a la expansión de enfermedades animales, o la gestión del necesario equilibrio en el medioambiente.