Christoph Schneider, batería de Rammstein, ha sido el primer miembro de la banda alemana que ha mostrado públicamente su apoyo a las chicas que han denunciado abusos sexuales del cantante Till Lindemann.

Schneider ha colgado en su cuenta de Instagram un comunicado en el que admite estar en estado de "shock" por lo sucedido. Dice que "aparentemente han pasado cosas que, si bien son legales, para mí no están bien". Y quiere dejar claro que las fiestas de Lindemann no deben confundirse "con nuestras fiestas oficiales después del show".

En este sentido, explica que "Till se ha distanciado de nosotros en los últimos años y ha creado su propia burbuja. Con su propia gente, sus propias fiestas, sus propios proyectos". Asegura que todo lo que escuchó de las fiestas del cantante eran "adultos celebrándolo juntos".

Según sus palabras, Lindemann les ha confesado que "siempre quiso y todavía quiere hacer pasar un buen rato a sus invitados privados". Pero apunta que ha habido casos en el que algunas mujeres "se sintieron incómodas, al borde de una situación que ya no podían controlar. Lo siento por ellas y siento compasión".

Schneider hace hincapié en que "cada invitado en el área del backstage es libre de salir (puede que tengan que esperar un momento para que la seguridad los lleve a salvo a la salida)". Y añade que "todas las botellas están selladas y a la vista de los invitados recién abiertos o las abren ellas mismas". Con esto se refiere a las informaciones que hablan del uso de drogas en las bebidas para que mantuvieran relaciones sexuales con el vocalista.

Schneider finaliza la misiva  afirmando que quieren "que todos nuestros invitados se sientan cómodos y seguros con nosotros", por lo que lamenta que algunas chicas "no se sintieran así".