ETS, el grupo más escuchado en euskera por los jóvenes, actúa la noche de este miércoles 12 de julio en el corazón de Iruñea. Guretzat, su último disco, lucirá especialmente en un directo en el que no faltarán temas de toda la trayectoria de la banda alavesa que se han convertido en auténticos himnos.

¿Cómo acogéis la oportunidad de actuar en estas fiestas universales?

No solo es una oportunidad, sino un pequeño sueño. Hace 15 años debatíamos si acercarnos a las fiestas de Iruñea para tocar en la calle y este año disfrutaremos de un escenario de primera. ETS nació en 2005 y hemos podido disfrutar de Sanfermines durante muchos años, pero casi siempre como público. Iekora (Rioja Alavesa), el pueblo al que pertenece el grupo, está a menos de una hora, por lo que nuestra forma de ser, humor, costumbres, no difieren tanto como la gente pueda pensar. En 2014 tocamos en Gora Iruñea Gunea junto a Berri Txarrak, pero desde entonces no hemos vuelto como banda.

¿Qué os parecen estas fiestas? Son días en que las personas toman las calles y reina la cultura popular, a la que homenajeáis en vuestro último disco.

Hay que reconocer que hace unos años no perdonábamos San Fermín, por lo menos una noche de fiestas. Las fiestas de las capitales de Euskal Herria se caracterizan por una afluencia masiva, jolgorio y en general muy buen ambiente, pero en Iruñea es otro nivel. En el último disco, Guretzat, reivindicamos la cultura de calle, de plaza, y las costumbres que nos caracterizan como pueblo. Las fiestas de San Fermín ofrecen esa parte más local, más auténtica, aunque es verdad que por la magnitud que tienen se suelen vincular mucho a la internacionalización y la multiculturalidad.

Aquí sí que os vais a encontrar a un público con ganas de fiesta… ¿Qué esperáis de esta cita, qué vais a darle al público?

El reconocimiento que tiene actualmente el grupo viene en parte ligado al tipo de espectáculo que hemos ofrecido en fiestas populares. Es verdad que los últimos años estamos intentando imprimir en la marca un toque de seriedad, clase y profesionalidad, aunque no olvidemos que ETS es buen ambiente, fiesta y emoción y eso es precisamente lo que la gente va a encontrar. Desde hace unos años estamos viendo las plazas llenas y en San Fermín las expectativas son altas, no vamos a mentir. ¡Esperemos que la gente guarde algo de energía para el final de fiestas!

¿Sonarán temas de toda vuestra carrera, o será un directo más centrado en ‘Guretzat’?

El último disco ha tenido una repercusión importante y define muy bien el universo sonoro, el concepto y el presente de la banda. No obstante, durante 18 años hemos visto cómo muchas canciones se convertían en himnos que no faltarán en esta gira. Intentamos ser un grupo actual, pero sin olvidarnos del camino.

“Hace 15 años debatíamos si tocar en los Sanfermines en la calle y ahora disfrutaremos de un escenario de primera; se cumple un pequeño sueño”

Este último trabajo precisamente ha supuesto vuestra apertura a otros sonidos y ritmos, más allá del ska y el pop: el reggaeton, la electrónica, el folk, la cumbia o incluso el flamenco… ¿De qué manera os está enriqueciendo este cambio, esta fusión? ¿Os seguís viendo ahí en un futuro cercano?

En 2018 decidimos darle un enfoque nuevo al grupo ya que siempre hemos tenido claro que no queríamos vivir del pasado. Las personas cambiamos, maduramos, evolucionamos, y no tenía sentido que ETS siguiera estancada, sobre todo porque es el vehículo que utilizamos para recorrer nuestro lado artístico, para plasmar quiénes somos de verdad. Este último disco mantiene las melodías poperas que han caracterizado al grupo, pero se han llevado a producciones y estilos que desconocíamos. Internamente, es un disco experimental y nos está ayudando a mejorar musicalmente, pero en el futuro no sabemos hacía donde girará la veleta.

Ese giro que habéis dado como grupo, ¿os ha traído también una renovación del público? Atraéis a gente cada vez más joven…

Es verdad que ETS se escucha mucho en el entorno escolar, y nos llena de felicidad saber que somos modelos para much@s niñ@s. Aun así, los últimos años hemos visto cómo el público se ampliaba también para arriba, lo que representa un logro para nosotros. Nadie esperábamos ser un grupo intergeneracional.

La música de En Tol Sarmiento insufla ganas de vivir y de vibrar con esta aventura que es la vida. Hay emoción y positividad en los temas. ¿Es un reflejo de vuestra filosofía vital?

¡Buena pregunta! Desde ETS hemos intentado siempre enfocar la creación desde un lado optimista, pero otro de los secretos del fenómeno es la normalidad con la que nos mostramos. Y dentro de esa normalidad, en nuestro día a día existen problemas, pequeñas discusiones, quebraderos de cabeza y días más negativos, aunque tratamos de que no se conviertan en rutina. En nuestra propuesta artística, es importante tratar de aportar peso en el lado positivo de la balanza de las vidas de las personas.

“ETS se escucha mucho en el entorno escolar, y nos llena de felicidad; no esperábamos ser un grupo intergeneracional”

La frescura no está reñida con los temas serios, y habéis abordado el derecho de autodeterminación, la violencia de género, el acoso escolar, la vejez o el suicidio. ¿Veis en la música una vía para plantear conversaciones, cuestionar y lanzar reflexiones? Algo muy necesario en esta era digital, acelerada y de información superficial, muchas veces.

Está claro que las canciones más allá de hacernos vibrar son una herramienta para cuestionarnos internamente, para abordar temáticas delicadas o como motor de inspiración en determinadas áreas de la vida. La música y el arte ayudan a ver el mundo con otros ojos, influyen en nuestro enfoque de la vida y colaboran en crear un espacio-tiempo que avanza a una velocidad más real que la que nos hemos acostumbrado.

¿Desde el escenario se nota que el público vibra más que nunca con los directos después de la pandemia que hemos vivido?

En nuestro caso tuvimos la oportunidad de hacer una gira en medio de la pandemia, y aunque cambiaron los códigos, había una igualmente una vibración especial… Ahora bien, después de la pandemia hemos notado que la gente sale más a la calle, y todavía estamos viviendo las consecuencias, en este caso positivas, de lo que hemos pasado.

¿Cómo os enriquece el hecho de hacer música en euskera, de llevar adelante el compromiso con esta lengua que nunca lo ha tenido fácil?

Entender que estás aportando en la normalización, fomento y uso de una lengua minoritaria es algo importante para nosotros, sobre todo viniendo de un entorno que está en progreso. El grupo tomó el compromiso hace años y a día de hoy todavía hay gente que se sorprende cuando escucha que varios de los componentes viven en La Rioja. Tenemos claro que el euskera nos ha abierto puertas y queremos seguir impulsándolo con la voz que el público nos ha dado.

Se dice que sois el grupo más escuchado en euskera. ¿Qué se siente?

Es una pasada todo lo que estamos viviendo. Probablemente no seamos conscientes totalmente ya que el proyecto lleva sin parar muchos años y estamos centrados en seguir escribiendo la historia del grupo.