Llevar al teatro la dura vida en el penal del fuerte de San Cristóbal ha sido el mayor reto que ha afrontado en toda su trayectoria Iluna Producciones.

Un proyecto “necesario” que la compañía navarra tenía pendiente y que estrena este sábado 4 de noviembre en la Casa de Cultura María de Maeztu de Artica. La cita es a las 19.00 horas y con entrada a 7 euros –todavía quedan algunas– a la venta en la web del Ayuntamiento de Berrioplano.

Ezkaba es una obra no solo sobre la fuga, sino también y en especial sobre las condiciones de vida en el penal, el trato, el hambre, el frío, la soledad, las epidemias, las redes de solidaridad que tejieron con los presos mujeres de manera altruista, el compromiso, la colaboración, la justicia y la reparación.

Una ficción literaria con mucha verdad y muchos visos de realidad, que aborda la Historia a través del relato humano.

Uno de muchos relatos posibles

“La historia del penal de Ezkaba es el hecho más importante de la memoria histórica en Navarra, un capítulo conmovedor y decisivo que no podemos olvidar”, dice el autor y director de Ezkaba, Miguel Goikoetxandía, quien también da vida en la obra a el Chinorri, uno de los tres presos que aparecen en este relato cuyo eje es la historia de otro preso a quien encarna en escena la actriz Marta Juániz: Manuel, un muchacho gallego de 18 años que acaba en el fuerte simplemente por ser hijo de un miembro de la CNT.

"Intentamos trascender la grandeza del penal, contar una historia de personas y conmover desde ahí"

Marta Juániz - Actriz protagonista de 'Ezkaba'

Su relato, que se va construyendo en la relación de convivencia con el preso común el Chinorri y el preso político Julián (David Larrea), natural de Toledo, así como con dos mujeres navarras –Luz (Ana Berrade) y Teresa (Raquel Sánchez)– que representan esas redes de solidaridad que se tejieron con los presos, “mujeres que les sirvieron de consuelo y de ayuda, que les lavaban la ropa y se jugaban la vida de una manera absolutamente altruista” –destaca Goikoetxandía–, es uno de los muchos relatos posibles que se escribió en el fuerte del monte Ezkaba.

Conmover desde lo humano

Iluna parte de la idea de que “la memoria del penal es la de cada uno de sus habitantes, de sus familias, su historia, expectativas e ilusiones truncadas”.

“Un preso es solo un número, una espalda mojada, un trocito de chocolate manterola, un bote de agua sucia con una lenteja o un garbanzo, un cigarro con hebras del suelo compartido entre doce, un trozo de cielo, una revuelta, una carta amputada y una muerte por un tiro, avitaminosis o paro cardíaco”, dice la sinopsis de esta obra teatral en la que la dureza convive con el compañerismo, la humanidad y la esperanza

“Ponemos el punto de vista en lo humano, en las personas y en sus condiciones de vida, y también en el lado positivo, la ayuda mutua, la solidaridad, la fe en el propio ser humano, en que pueden ayudarse para conseguir un mundo mejor”, explica Miguel Goikoetxandía, apuntando que Ezkaba es “una obra que, en primer lugar, puede conmover, y también contar un poquito a la gente lo que fue la vida en ese penal por el que al final pasaron casi 5.000 personas, cuando se decía ya en el año 35 que no era un fuerte ni para 60 militares. Y en cambio, en el momento de la fuga había allí 2.700 personas...”, destaca Goikoetxandía.

Imagen de un ensayo de la obra 'Ezkaba'. Iluna Producciones

El fundador y director de Iluna Producciones reconoce que siempre rondaba su mente la idea de hacer algo sobre el penal de San Cristóbal. “Sobre todo después de la obra Vencidos, que hicimos hace tres años y que reunía bastantes cosas de memoria histórica a través de la historia de una mujer a cuya madre asesinaban durante la guerra civil”, cuenta.

“Encima yo vivo en Berriozar y tengo justo el monte Ezkaba debajo, lo veo todos los días y siempre me ha llamado mucho la atención y he leído bastante sobre su historia”, apunta Goikoetxandía, reconociendo que con el protagonista de esta obra, Manuel, natural de Galicia, se han “alejado un poco de Navarra por evitar que fuera una historia dolorosa que hurgase en la herida de determinadas personas de aquí, y también por universalizar, porque había muchas personas de muchas procedencias dentro del penal”.

Fragilidad e inocencia

La actriz Marta Juániz destaca “la fragilidad y la inocencia de ese chiquillo de 18 años” al que da vida en Ezkaba, “que se ve envuelto en una sociedad en la que te tachan de rojo y rojo para toda la vida”.

“Y con esa inocencia y a la vez la valentía que se tiene con 18 años, se ve ahí dentro del penal, en medio de esa mole”, dice de Manuel, que encarna “la soledad y la pequeñez” en esa tremenda y terrible historia.

“Hemos logrado una historia que, primero, puede conmover, y también contar cómo fue la vida en ese penal”

Miguel Goikoetxandía - Autor y director de 'Ezkaba'

Un personaje que “por otra parte se ve recogido, acogido y tutelado por dos de los presos con los que teje una red de cariño y apoyo mutuo, como con las mujeres que van a ayudarles y darles ánimos”, dice Juániz, que ha intentado abordar este papel “desde la inocencia de una persona joven que está allí sola”.

Para la actriz navarra, el mayor reto de esta obra, cuya puesta en escena combina elementos de realidad histórica con partes oníricas, de sueños de otros mundos fuera de esos muros, “es la historia en sí, lo que cuenta. Porque es muy grande lo que se cuenta, y lo cuentas a través de personas, que son tan chiquititas en medio de aquella barbaridad... El reto es el hacerlo todo personal, pequeño, e intentar sobrevivir a la grandeza del penal que es una mole que al final pesa sobre la función, porque está contando una historia muy tremenda y de la que todo el mundo ha oído hablar. Intentamos trascender eso, contar una historia de personas y conmover desde ahí”, cuenta.

“Al final es lo que importa, contar historias, contar una buena historia y una bonita historia, porque también es una historia de compañerismo, de solidaridad, de superación, y de que lo que había allí eran personas y tenían sueños y deseos, y de repente todo eso se les fue a la mierda, dicho mal y pronto. Y eso es muy duro”, recalca Marta Juániz.

Cartel de la obra. cedida

'EZKABA'

  • Reparto. Marta Juániz, Ana Berrade, Raquel Sánchez, David Larrea, Miguel Goikoetxandía.
  • Dirección y texto. Miguel Goikoetxandía.
  • Luces y sonido. Ion Martinkorena.
  • Funciones. 4 de noviembre, Casa de Cultura María de Maeztu de Artica (estreno); 12 de noviembre, Casa de Cultura de Villava; 19 de noviembre, Auditorio de Berriozar; 24 de noviembre, Teatro de Ansoáin; 17 de diciembre, Casa de Cultura de Cascante.