‘Cervantes y después’

Al igual que las últimas seis obras realizadas, el texto es una creación propia de Artajo y Martinkorena salpicada de humor. “Aprovechamos que nos hemos formado en teatro y Ana hizo un máster de creación teatral. Como es un taller que nos permite mucha libertad y no hay tantos textos escritos para gente jóven y para tantos personajes, nos metimos en ese reto”, explicó Martinkorena. Para Artajo, la clave al escribir un texto que despierte el interés de los adolescentes, es encontrar el punto medio entre que les gusten los temas tratados y que además les permita expandir su mente y sus conocimientos. “No se trata de hablar simplemente de las cosas que les interesan sino de que, a través del teatro, empiecen a ser ciudadanos más activos”, destacó. 

Además de interpretar, el alumnado ha estado muy involucrado en otros ámbitos del montaje, como la música. Este año, todo el espacio sonoro del montaje ha sido configurado por alumnos, bajo la dirección de Martín Ros y Andrés Castillo, estudiante de 2º de Bachillerato que toca el piano y la guitarra y este curso participa por segunda vez en el Taller. 

El nivel de compromiso entre los alumnos participantes es muy alto, a pesar de ser estudiantes de Bachillerato con la EBAU a la vuelta de la esquina, a lo largo del curso, se han dedicado en torno a unas 300 horas al montaje de manera extraescolar entre los meses de octubre y febrero. “Les supone una carga enorme de trabajo con respecto al bachillerato”, explicó Artajo. Sin embargo, también lo es su satisfacción. “La obra se monta desde cero y aunque exija muchísimas horas, a mí siempre me ha compensado este tiempo en el que dejo de pensar en los estudios y dedico mi tiempo a pasarlo bien, a aprender y a hacer cosas nuevas”, valoró la alumna Maider Nanclares, que cursa 2º de Bachillerato en la modalidad Internacional y en la obra interpreta el personaje de Persiles. “Compensa completamente”, añadió, “siempre tenemos la sensación de que no sacamos tiempo de ningún lado y en el momento en el que haces teatro, te olvidas de todo durante tres o cuatro horas al día y luego vuelves a estudiar. Mi rendimiento ha mejorado”.

“Yo creo sobre todo que aporta un montón de conocimientos y experiencias, socializas un montón y yo siento que me organizo hasta mejor. Tengo un compromiso y no estoy en casa seis horas con el móvil”, destacó el alumno de 1º de Bachillerato Halil Ergyun, que interpreta a Berganza en el montaje. Ergyun añadió, además, que participar en la obra le aporta una motivación extra para trabajar. 

El Taller de Teatro está abierto a todo el alumnado de Bachillerato, pero cada año se realiza un casting para seleccionar a en torno a 22 participantes. “No todo el que se apunta está luego en el montaje. Sería imposible, ha habido años en los que se han llegado a presentar 60 personas”, resaltó Ion Martinkorena. La dedicación del alumnado, según Ana Artajo, es la clave del éxito de cada montaje. “Es esperanzador ver a dieciocho chavales dándolo todo en escena, que lo hagan tan bién y que se comprometan tanto con algo”, manifestó. Desde la fundación del taller en 1978 por parte del profesor Ignacio Aranguren, han pisado el escenario del IES Navarro Villoslada más de 1.000 estudiantes. 

Este año se realizarán 22 funciones entre el 23 de febrero y el 20 de abril. La mayoría de ellas son para el público general pero también se realizarán pases para otros centros escolares. La entrada es gratuita previa retirada de invitación en la recepción del centro. “Hay gente que viene a vernos desde Madrid, desde Burgos…”, comentó Artajo, que espera igualar las cifras del año pasado, reuniendo a un total de 6.000 espectadores a lo largo de todas las representaciones.