El 15 de octubre de 1924 André Breton publicó el Manifiesto del Surrealismo, considerado como uno de los textos fundacionales de este movimiento artístico y estético que ahora, casi 100 años después, exhibe su fuerza en el Palacio San Nicolás, la histórica sede del BBVA. Bajo el título Surrealismos. Obra Gráfica de la Colección BBVA, la entidad bancaria propone una muestra que reúne 54 obras de su colección privada firmadas por algunos de los artistas más importantes del movimiento: Joan Miró, Salvador Dalí, Yves Tanguy, Maruja Mallo, Benjamín Palencia, Joan Ponç y Óscar Domínguez. Podrá visitarse desde mañana, 11 de julio, hasta el próximo 22 de septiembre. 

Así lo anunciaron ayer en una rueda de prensa que tuvo lugar en la propia sede María Alonso Blanco, directora territorial Norte de BBVA; Desirée Granada, responsable global de Inmuebles y Servicios de la misma entidad, y María Luisa Barrio, responsable de Patrimonio Histórico-Artístico de la entidad bancaria. La exposición –que se exhibió previamente en Valencia en colaboración con el Museo de Bellas Artes de la ciudad– pretende sintetizar en 54 piezas la esencia del Surrealismo español. Asimismo, contó Barrio, constituye un homenaje a la obra sobre papel,“frecuentemente minusvalorada”, de la que la colección del banco posee un importante conjunto: “El papel es el laboratorio del artista, el momento primigenio de la creación y terreno de experimentación”, reivindicó. En este sentido, y a modo de curiosidad, apostilló que Bilbao “puede vanagloriarse de ser la única ciudad del Estado que acoge una feria de arte sobre grabado”, el FIG Bilbao.

Después, la experta en arte condujo a los medios congregados en en palacio por una visita por las salas en las que se alojan las obras. El recorrido comenzó en uno de los vestíbulos de la sede social del banco, donde cuelgan los dibujos correspondientes a la serie Mallorca, de Joan Miró. “Sólo existen 10 carpetas en el mundo de esta obra, que consta de 37 grabados y nueve conjuntos de estampas”, subrayó Barrio, quien también especificó que las piezas están realizadas con aguafuerte y aguatinta. “Ponen de relieve un lenguaje naíf, típico del momento en el que el artista abraza el surrealismo”, agregó. Como su propio título indica, la serie está inspirada en la luz que baña la isla mediterránea y cristaliza la estancia del pintor en la isla. Los grabados de Miró se extienden a una sala anexa por la que se accede a otra estancia donde se exhiben las obras de Yves Tanguy, Maruja Mallo, Benjamín Palencia, Joan Ponç y Óscar Domínguez, grandes nombres del surrealismo estatal.

En este lugar las pinturas inspiradas en el románico dePonç, “que ilustran su infancioa difícil”, conviven con la obra inspirada en África de Tanguy: La luz de la sombra (1939). Y ésta mira de reojo a una selección de la obra de Maruja Mallo, presidida por Labios y atletas (1950), “obra que mantiene unas anillas”, porque es probable que formase parte de un cuaderno de dibujo. En muchas de las obras, según Barrio, se aprecian los llamados trazos irraciones, aquellos que nacen del inconsciente. Y es que los surrealistas aplicaron las teorías psicoanalíticas froidianas a sus trabajos, en especial aquellas que tienen que ver con la irracionalidad de la psique. Los trabajos de Dalí (en la última sala) son ejemplo de la influencia del austriaco. El BBVA recoge varios trabajos en los que el catalán muestra la oscuridad de su mente.

AL DETALLE

Donde verla. Desde este jueves y hasta el próximo 22 de septiembre el BBVA muestra en su histórica sede el Casco Viejo Surrealismos. Obra gráfica de la Colección BBVA, una selección de obras y artistas surrealistas que celebran el centenario de su texto fundaciponal, ‘El Manifiesto del Surrealismo de André Breton. La exposición (’Surrealismos. Obra Gráfica del BBVA’) reúne 54 obras de Joan Miró, Salvador Dalí, Yves Tanguy, Maruja Mallo, Benjamín Palencia, Joan Ponç y Óscar Domínguez. La muestra ha podido verse antes, entre marzo y junio, en el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde ha sido visitada por unas 70.000 personas.