Chévere Teatro representará Helen Keller ¿La mujer maravilla? el sábado 20 de julio a las 22.00 horas en el Festival de Olite en Navarra. Esta obra de teatro documental aborda el mito construido alrededor de Helen Keller, la primera persona sordociega en obtener un título universitario en 1904 en Harvard. La pieza se plantea a modo de tutorial de videojuego, con actrices que actúan como avatares y ejecutan instrucciones a través de textos proyectados en escena. La obra integra la lengua hablada y la lengua de signos, explorando la incomunicación entre personas oyentes y no oyentes, y reivindicando la importancia de las lenguas minoritarias.

¿Qué le inspiró a crear una obra sobre Helen Keller y cómo surgió la idea de integrarla con lenguaje de signos? 

La obra que hemos creado surge de la iniciativa de una compañera actriz. Ella nos propuso llevar al teatro la historia de Helen Keller, centrándonos en aspectos de su vida que han sido ocultados o silenciados. Lo que nos atrajo profundamente fue cómo Keller no solo superó adversidades increíbles, sino que también se convirtió en un símbolo de superación y escribió textos que inspiraron a muchas personas a enfrentar situaciones difíciles. Pero lo que rara vez se cuenta es su compromiso social y político a lo largo de su vida, donde luchó activamente por los derechos de las personas con discapacidad y por otros problemas sociales de su tiempo.

Tanto usted como los demás implicados en la obra aprendieron lengua de signos. ¿Cómo influyó esta experiencia en la dinámica y la cohesión del equipo durante los ensayos y la producción de la obra?

Siempre buscamos las historias que están por contar. Parte del equipo, incluidas las actrices y el equipo de dirección, hemos aprendido lengua de signos. Este idioma se convirtió en el eje central de nuestro proceso creativo. En cuanto al tiempo que hemos dedicado, hemos trabajado aproximadamente dos años en este proyecto antes de su estreno. Durante más de un año, aquellos del equipo que no conocíamos la lengua de signos estuvimos estudiándola. Una de las actrices, Ángela, es sorda y utiliza la lengua de signos como su lengua natural. Otra actriz ya tenía experiencia previa en lengua de signos, mientras que la tercera la aprendió específicamente para esta obra. El equipo de dirección también dedicó aproximadamente un año al estudio de la lengua de signos, alcanzando un nivel básico que nos permitió comunicarnos durante los ensayos con Ángela y con otras personas sordas que participaron y nos apoyaron en el proceso de trabajo.

Es importante reivindicar estas lenguas minorizadas y sobre todo en el contexto del arte y de la cultura. ¿Cómo crees que se puede fomentar este uso y su reconocimiento público?

Creo que ahora hay suficientes recursos para hacer accesible cualquier obra de teatro a personas ciegas mediante audiodescripción y a personas sordas mediante lenguaje de signos. Es responsabilidad de quienes hacemos teatro llevarlo a cabo, aunque requiera de esfuerzo económico y conocimiento de otra lengua. Los técnicos y espacios teatrales también deben comprometerse para asegurar que todas las obras sean accesibles para todo el público.

¿Qué esperan que esta obra logre en términos de conciencia y empatía hacia las personas con discapacidades?

La obra implica ciertas demandas para situar al público oyente en una posición que normalmente ocupan las personas sordas. Por ejemplo, los textos proyectados o subtitulados están dirigidos a los oyentes, no a los sordos. Es una inversión de roles para los espectadores. Además, al utilizar simultáneamente dos lenguas, una oral y otra de signos, la obra presenta características que pueden resultar impactantes, como los diferentes tiempos de expresión. El tiempo que se necesita para signar un texto no es el mismo que para decirlo, lo que puede crear momentos de silencio o espera incómodos para el público oyente.

A nivel personal, todo el equipo ha extraído muchos aprendizajes tanto profesionales como humanos durante el proceso de creación de esta obra. ¿Qué ha sido lo más revelador?

Trabajar con personas sordas siempre es una experiencia de aprendizaje porque sus formas de comunicación, lenguajes y costumbres son diferentes, abriendo nuevos horizontes para nosotros. Además, acercarnos a la figura de Helen Keller, a quien desconocíamos por completo, también nos ha permitido aprender mucho. Su vida nos ha enseñado una gran lección sobre la vida humana y la capacidad de imaginar, mostrando cómo es posible enfrentar las dificultades sin dos sentidos tan básicos como la vista y el oído. Como artistas, esto nos toca profundamente porque nuestro mundo también está lleno de imaginación y de contar lo que no podemos ver.

Cuando se exploran obras, documentales o libros sobre personajes históricos, a menudo el público se identifica con ellos a través de lo que ya se sabe o lo que se descubre en el proceso creativo. ¿Les ha pasado algo similar con Helen Keller?

En el caso de Helen Keller, nuestra relación con ella ha sido principalmente de admiración. También nos impresiona su ideología política radical. Esto la llevó a enfrentar críticas severas en su época, lo que encontramos muy interesante. Así, aprendimos que Helen Keller no solo representa un espíritu de superación personal, sino también un compromiso profundo con los problemas sociales de su tiempo, luchando por la justicia y la igualdad social. Esto nos ha permitido entenderla en toda su complejidad, más allá de la imagen simplificada y heroica que se conoce de ella.