“Desde que existen redes sociales ya no se ven tantos milagros”
La periodista madrileña Beatriz Serrano se convirtió en finalista del 73 Premio Planeta con su novela Fuego en la garganta,
Ya en la trama de varias de las diez novelas finalistas al Premio Planeta 2024 se veía más o menos claro que entre las ganadoras habría alguna cuya trama transcurriera por Internet o las redes sociales al menos en parte. Una manera de lanzar un guiño a las nuevas generaciones para atraer lectores jóvenes con historias contadas desde su generación y si son mujeres las protagonistas mucho mejor, ya que ellas son más lectoras. La periodista madrileña Beatriz Serrano (Madrid, 1989), se convirtió en la finalista del 73 Premio Planeta con su novela Fuego en la garganta, una novela sobre la soledad y el sentirse fuera de la norma, el no encajar, también sobre los problemas de salud mental protagonizada por una niña que descubre que tiene poderes.
Serrano aseguró “que en la era de Internet y desde que existen las cámaras en los teléfonos móviles ya no se producen milagros”. Lo dijo porque quien sí obra milagros, es Blanca, la niña protagonista de su novela, y que lo descubre después de que su madre abandona a su familia y ella comienza a experimentar una extraña sensación en la garganta, tras la que ocurren cosas, en algunos casos buenas y en otros malas.
A partir de ahí la pequeña se va convirtiendo en una adolescente que se refugia en Internet para conectarse con el mundo y allí conoce a un grupo de amigas como ella. Es también una novela para ver en que manera se puede escapar de la herencia que te deja la pertenencia a una determinada familia.
“Fuego en la garganta es una novela iniciática y también un road trip, un viaje real por carretera y otro por Internet”, indicó, ambientado en la Valencia de la década de 1990.
La finalista del Planeta, que recibe 200.000 euros por el galardón, sostiene que “hace años las relaciones en Internet estaban limitadas a unos foros en los que se conocía a gente con determinados intereses comunes”. Quiso así destacar el papel positivo de estar conectado, aunque no ocultó la otra cara de las redes, también presente en la novela.
“Era una búsqueda muy genuina de encontrar a gente con tus mismos intereses. Era algo hacia dentro. Ahora predominan las redes sociales públicas, contar lo que haces en cada momento. Ahí sí que estamos mostrando todo hacia fuera. Además, las maneras de comunicación son muy breves y suelen caer en muchísima agresividad”, añadió.