Continúa el desencuentro provocado por la prohibición de la asistencia de reporteros gráficos de los medios de comunicación al concierto de Laura Pausini. Lo último ha sido el envío, por parte del Navarra Arena, pabellón donde la cantante italiana actuará esta noche del 7 de diciembre, de un comunicado de la oficina de la artista (Demoore Agency) insistiendo en que " no se autorizan fotógrafos en el concierto", y añadiendo: "Las imágenes oficiales del evento se facilitan gratuitamente junto al comunicado una vez finalizado el show a todos los medios y televisiones". Es decir, lo mismo para todos.
En el mismo mensaje, desde el Navarra Arena se desvincularon en la noche del viernes 6 de diciembre de la gestión de las acreditaciones (de redactores, no de fotógrafos), indicando que "en caso de querer solicitar la acreditación debéis escribir directamente a la oficina del artista", y facilitando un correo electrónico. Curiosamente, el pasado 4 de diciembre, el mismo pabellón se ponía directamente en contacto con los medios vía email señalando que "solo se facilitarán acreditaciones para redactores y no se facilitarán acreditaciones para fotógrafos ni televisiones", y que los pases se gestionaban escribiendo al mail del Navarra Arena.
Justificaciones
Es la primera vez que a los fotógrafos profesionales se les impide realizar su trabajo en el pabellón multiusos que gestiona la sociedad pública NICDO, dependiente del Gobierno de Navarra. Desde el espacio, remiten a la oficina de la artista, que se justifica así: "Estamos aplicando las mismas políticas que hemos implementado consistentemente en los conciertos. Estas políticas han funcionado de manera efectiva en el pasado y siempre han sido bien comprendidas, por lo que confiamos en que este caso no debería ser una excepción". Cabe recordar que es la primera vez que Laura Pausini actúa en Pamplona.
Ante esta postura de impedirles hacer su trabajo, la Asociación de Reporteros Gráficos de Navarra (Aregna) expresó su rechazo a través de un comunicado en el que indicó que, del mismo modo que "no son aceptables" las ruedas de prensa sin preguntas, tampoco lo son "la cesión de imágenes por parte de los organizadores de los actos. "Este nuevo amordazamiento a los reporteros gráficos supone un ataque a la pluralidad y al derecho a la información de los ciudadanos. La libertad de prensa permite informar sin censuras de aquellos actos de interés público o trascendencia social, y no puede aceptarse de ningún modo que, día a día, esta libertad se vea cercenada por decisiones particulares y unilaterales", indican las/os reporteras/os en la nota enviada la mañana del viernes 6 de diciembre a los medios.
"La presencia de un reportero gráfico garantiza una propuesta visual diferenciada y de calidad, lo que redunda en la credibilidad de la noticia, algo necesario en la situación actual de sobreabundancia de datos y acontecimientos", continúa el texto, que también subraya: "La cesión de estos derechos supone, en suma, una intromisión abusiva en el derecho de todos los ciudadanos a recibir una información veraz y contrastada. No se debe permitir que intereses individuales dificulten el acceso a la información, pues sería el primer paso para la difusión de contenidos de dudosa calidad o con intenciones ajenas a los intereses de la sociedad".
Desde DIARIO DE NOTICIAS, esta semana también se denunció el veto a los reporteros gráficos: "Negarles el derecho a trabajar y en muchos casos a facturar no es aceptable. Tampoco lo es impedir que las lectoras y lectores o espectadores de todos esos medios tengan derecho a una información profesional propia y que tengan que asumir una colección de imágenes común para todos los formatos". Además, desde este periódico se recordaba que esta situación no es nueva (aunque sí en el Navarra Arena), y añadía: "La cesión de responsabilidad de los responsables públicos y políticos en la defensa del derecho a la información no puede originar que una vez más los intereses públicos se amedrenten y hagan dejación de sus funciones ante los intereses particulares". Y se llama la atención sobre el hecho de que las miles de personas que acudirán al concierto portarán sus propios móviles, desde los que tomarán fotos y vídeos, la mayoría de calidad incierta, que en unos segundos estarán subidas a un sinfín de perfiles de las distintas redes sociales.