Monika Aranda y el Gobierno de Navarra unen fuerzas para erradicar el Plumero de la Pampa del territorio foral
La artista lleva un tiempo trabajando sobre esta materia, que ya expuso en la exposición 'Exotic' en el Museo de Navarra
La artista y arquitecta Monika Aranda, reconocida por su trabajo en la fusión del arte y la política medioambiental, inicia el próximo jueves 22 de mayo a las 10.30 en la balsa de Zizur una intervención que une la acción ecológica y expresión artística: la retirada del Cortaderia selloana (Plumero de la Pampa), una de las 100 especies invasoras más peligrosas del planeta.
El arte de Monika Aranda y la política medioambiental del Gobierno de Navarra se aúnan para acabar con el Plumero de la Pampa, marcando el inicio de un proceso que busca erradicar esta especie. Este gesto también forma parte de un proceso artístico y simbólico que busca alertar sobre el avance de esta planta invasora en Navarra y generar una reflexión colectiva. Será además el punto de partida de una campaña de sensibilización pública. La acción de Zizur funcionará como prueba piloto de cara a futuras acciones similares previstas para septiembre en Bertiz, Sunbilla y los ayuntamientos de la zona.
Este proyecto continúa la línea de trabajo de Monika Aranda, que en los últimos años ha explorado la relación entre arte, naturaleza y política medioambiental. En Exotic, una investigación presentada en el Museo de Navarra y desarrollada durante residencias artísticas en el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte y el Festival Arbola, Aranda utilizó tanto plumero natural como artificial para crear una obra visual que denuncia y resignifica esta planta invasora. El proyecto fue impulsado por Fundación Caja Navarra y Fundación la Caixa a través del programa Innova.
Pérdida de biodiversidad
Como advierte Aranda, el Plumero de la Pampa "se adapta a cualquier temperatura y cada planta genera millones de semillas por temporada. Cuando comienza a colonizar, la luz no llega al suelo y se convierte en estéril; es una gramínea que genera problemas de salud y provoca una pérdida de biodiversidad; además de causa una barrera entre animales, desplazando a la fauna autóctona. Su hoja, corta, hace que los herbívoros no se la puedan comer; por eso no tiene depredadores: ni plantas ni animales pueden con ella"
La artista cree firmemente que "todo acto del ser humano debe estar atravesado por la preocupación por el medio ambiente, y esto incluye también a la práctica artística".
Con esta creación, Monika Aranda y el Gobierno de Navarra buscan concienciar y alertar a otras comunidades autónomas antes de que la planta llegue a convertirse en un problema, ya que, si no se ponen los medios necesarios para limitar su proliferación, puede genera múltiples problemas sanitarios (como problemas respiratorios, asma, alergias, ya que pertenece a la familia de las gramíneas), económicos (ya que su retirada genera cuantiosos recursos), sociales y ecológicos.