Acaban de despedir a Fernando Morientes del programa El día después. Resulta que tenía una cláusula de exclusividad con Movistar+ y le pillaron comentando la final de la Carabao Cup entre el Chelsea y el Manchester City en DAZN TV una plataforma que algunos ven como la Netflix del deporte ya que además de la Premier League tiene la exclusiva en las pruebas del mundial de motociclismo y también en el baloncesto europeo. Seguramente no será el último caso. Las nuevas plataformas entran a saco en el negocio tirando de caras famosas que actualmente están en el deporte por aquello de que más vale malo conocido que bueno por conocer. El futuro inmediato viene repleto de estrenos de plataformas que nos lo van a poner difícil a la hora de decantarnos por ellas. Una cosa es que sean accesibles económicamente y otra muy distinta que tengamos que estar apuntados a todas para no perdernos nada. El futuro del espectador es el de un ser con una hiperprogramación televisiva que no va a poder asumir de ninguna de las maneras así viva cien años sin hacer otra cosa que estar pendiente de la pantalla. La oferta actual ya está cargada con plataformas como HBO, Amazon, Movistar y Netflix de televisión o la Filmin, donde uno tiene a su disposición alrededor de 10.000 títulos de filmes. Y todavía quedan por desembarcar dos grandes como son Apple y también Disney que, además de su nuevas producciones, aportará todo su arsenal cinematográfico de casi un siglo de existencia. Ante tal panorama, no nos queda otra que hacer músculo para afrontarlo e ir adquiriendo cierto nivel selectivo para no tener la sensación permanente de estar viendo algo cuando deberíamos ver otra cosa. Esta manera de consumir televisión es parecida a esas excursiones que uno hace a un museo en las que tiene la ambición de verlo completo en una mañana asegurándonos un empacho que suele ser contraproducente en la mayoría de los casos.