En las tierras altas del interior de Islandia, grupos ecologistas llevan años luchando contra los efectos nocivos de las multinacionales de aluminio que aprovechan el bajo precio de la energía geotérmica para abaratar su producción.

En ese hecho se inspiró el islandés Benedikt Erlingson para escribir "La mujer de la montaña", una oda a la naturaleza y contra el capitalismo del derroche que convierte a una profesora de canto de 50 años en activista medioambiental y perpetradora de sabotajes clandestinos.