Difícil contabilizar la de gazapos que Félix Linares y compañía han ido descubriendo en sus 23 años de historia de La noche de... en ETB 2, en los cerca de 1.400 filmes que han emitido. Errores más o menos curiosos pero que nunca habían sido cuantificados como el de Juego de Tronos, donde una vaso de café -que alguien adjudicó a la marca Starbucks- ha recibido una campaña publicitaria a nivel planetario que han cuantificado en 2.300 millones de euros si hubiera que pagarla. Pero ya ven fue un aparente descuido o que alguien pensó que, en medio de aquella oscuridad, nadie se daría cuenta. Y eso que es muy común olvidar un vaso de plástico con tapa como el que millones de adictos consumimos al día y que podría ser de cualquier bar donde acudimos a por un poco de cafeína que nos haga más llevaderos los madrugones, el sopor de las sobremesas o las series llenas de sombras. Está claro que Juego de Tronos es la gallina de los huevos de oro por acción, por omisión o por pura desidia, que es lo que se puede entender si en una historia antigua se cuela un objeto del siglo XXI. Y otra de las joyas de época que lució con luz propia en el pasado otoño en Movistar fue Arde Madrid. El gazapo de esta serie es que después de su confirmación pública de que habría una segunda temporada, ahora sus creadores, Anna R. Costa y Paco León, han decidido que no; que es mejor esperar mejores tiempos; que sacar la segunda temporada sería a costa de hacer un mal trabajo, algo que sin duda les agradecemos. No es habitual que la gente renuncie a un trabajo que además cuenta con el apoyo de crítica y del público. Seguramente ha sido una decisión difícil pero que refuerza su posición de autores que respetan su compromiso creativo y al espectador. En pleno auge del negocio audiovisual la tentación de los más famosos a expandir su fama en producciones que no controlan supone uno de los grandes peligros, sobre todo para los públicos confiados.