Dentro del Centro Superior de Música del País Vasco (MSKN), está el Máster de Interpretación, que da a sus alumnos formación y experiencia a nivel profesional del repertorio más exigente. Ciertamente en su comparecencia en el MUN, han abordado partituras del siglo XX y XXI complejas en intervenciones solistas, en cambios de compás, y en rítmicas, donde la síncopa -siempre un poco engañosa en las entradas- es bastante protagonista. El programa, acorde con las vanguardias colgadas en el museo, ofrecía un desconcertante Verdú, y dos clásicos de la llamada música contemporánea, Villa-Lobos y Stravinsky.
El libro del jardín de arena de Sánchez Verdú, es, digamos, una obra un tanto experimental, porque lo que entendemos por música, apenas asoma. Con la idea de que, de alguna manera, suene el silencio, (perdón por el oxímoron), Verdú somete al oyente a cierta ansiedad por percibir sonido desde una mínima y extraña formación, (guitarra, flauta, acordeón, chelo, violín y muy discreta percusión de txalaparta, piedras, cascabeles...), donde apenas se insinúa el sonido con el aire de los instrumentos, el levísimo frotamiento de piedras, y cierto protagonismo del acordeón, que emite un casi inaudible agudo y que irrumpe con violencia, de vez en cuando, como queriendo rajar el silencio. Ciertamente, crea expectación en los primeros minutos, hay cuidado y sutileza en el proceso, pero se le hace duro al oyente, como si la obra no acabara de despegar. Probablemente es que no tenía que hacerlo. Hemos escuchado otras obras de Verdú más asequibles, pero ésta es todo un reto.
Todo cambió con las versiones de Villa-Lobos y Stravinsky. El nivel del Máster Ensemble es magnífico. Y lo demostraron no solo en el conjunto, sino también, en las intervenciones solistas: abundantes, en prácticamente todos los atriles, -(viento madera y viento metal sobre todo)- y realizadas con decisión, sin titubeos y buen fraseo. El Sexteto Místico de Villa-Lobos (arpa, celesta, guitarra, viento) crea atmósferas etéreas, pero con ese punto de exotismo de ultramar. Stravinsky fue una fiesta con estos músicos jóvenes y sobradamente preparados; les va muy bien el ritmo continuo que salta de instrumento en instrumento, y que cada uno colorea con su timbre. Las entradas, todas, fueros siempre rotundas, bien metidas en ese movimiento perpetuo que acaban siendo las obras del compositor ruso.
MSKN Máster Ensemble
Dirección: José Luis Estellés. Programa: Libro del Jardín de arena, de Sánchez Verdú. Sexteto Místico de Heitor Villa-Lobos. Concertino para doce instrumentos y Danzas Concertantes, de Stravinsky. Lugar: Museo Universidad de Navarra. Fecha: 7 de marzo de 2025.
Tanto el Concertino para doce instrumentos, como las, más programadas y luminosas, Danzas concertantes, fluyeron como si fueran algo evidente y sencillo, cuando, en realidad, el motor sincopado siempre exige una atención extra. Flauta, trompeta, trompa, clarinete, oboe, fagot, trombón, se lucen y suene muy bien la cuerda cuando entra en el tutti. Ese carácter coreografiable de Las danzas nos invita al optimismo, al disfrute un tanto creativo de la escucha. La juventud de los componentes de la Máster del Musikene, no nos debe despistar de un resultado muy profesional. Un gran trabajo, sin duda, del titular José Luis Estellés, que, como expresó en una breve alocución, ama esta música, y se nota, y así lo transmite a sus intérpretes. Y todo ese entusiasmo llega al público.