Muere Franco Ballerini en un accidente en un rally
el seleccionador italiano y doble vencedor de la parís-roubaix falleció tras estrellarse contra un muro
roma/pamplona. El seleccionador italiano de ciclismo, Franco Ballerini, falleció ayer en un accidente automovilístico mientras tomaba parte en el rally de Larciano, en el norte de Italia, a los 45 años de edad.
Ballerini, gran apasionado del mundo de los rallies, participaba como copiloto junto a Alex Ciardi en la competición, cuando su coche salió fuera de la pista y se estrelló contra un muro.
Según los primeros testimonios, el coche en el que viajaban, un Renault New Clio Sport R3, dio un bandazo y después se estrelló contra el muro de una de las casa de la localidad de Casa al Vento y acabó volcando.
Según La Gazzetta dello Sport las condiciones de Ballerini eran críticas a la llegada de la asistencia médica, puesto que el automóvil impactó por el lado derecho, en el que él viajaba.
Durante unos 45 minutos los servicios médicos trabajaron para reanimarle en el lugar, y posteriormente fue llevado al Hospital de Pistoia, adonde llegó clínicamente muerto. Ciardi, por su parte, se encuentra grave, en la Unidad de Reanimación.
Al hospital de Pistoia acudieron, entre otros, el ex ciclista italiano Paolo Bettini, gran amigo de Ballerini, que reconoció haber "perdido un gran amigo, casi un hermano".
El campeón olímpico en Atenas 2004 recalcó que el "destino" le haya encontrado "en un momento de diversión en el que cultivaba su pasión por el mundo del motor".
Además, el Grillo recordó que se había acercado junto a Ballerini "al mundo de los rallies". "Era una cosa en la que Franco guardaba la seguridad, nunca fue un temerario".
Como ciclista, Franco Ballerini pasó a la historia por sus extraordinarias actuaciones en la París-Roubaix, la carrera más exigente del ciclismo profesional. La ganó en 1995 y en 1998. También fue segundo en 1993, tercero en 1994, quinto en 1991 y 1996 y octavo en 2000. Venció una etapa en el Giro de Italia de 1991. Se retiró en abril de 2001 y en agosto de ese mismo año se hizo cargo de la selección italiana de ciclismo, distinguiéndose por convertir en un verdadero equipo a una selección que llevaba muchos años mostrando mucha desunión. Con él al frente Italia logró cuatro campeonatos del mundo (Cipollini en 2002, Bettini en 2006 y 2007 y Ballan en 2008), además del oro olímpico con Bettini en Atenas 2004.