Loiu. "Ha sido un golpe bastante duro, porque los planes eran otros y han tenido que trabajar muchísimo en muy poco tiempo. Por eso, toda la tensión vivida en las últimas horas te deja un poso de angustia cuando ves que se van". En el exterior del aeropuerto de Loiu, Begoña Lizarribar lamentaba poco después de despedir a su hija, Edurne Pasaban, el cambio de planes al que se ha visto obligada la expedición que acompañará a la tolosarra en su reto de completar los catorce ochomiles del planeta. A última hora, las autoridades chinas han pospuesto hasta abril, sin especificar el día, la apertura de la frontera del Tíbet, lo que impedirá iniciar el Shisha Pangma (8.027m.) durante este mes, como tenían previsto. De esta forma, para no perder más tiempo y apurar la ahora más remota posibilidad de convertirse en la primera mujer en coronar los catorce techos del mundo, la alpinista tolosarra, Asier Izagirre, Alex Txikon y Ferrán Latorre abordarán primero el temido Annapurna (8.091) y luego el más bajo de los ochomiles.
"Las expediciones que quieren escalar el Shisha Pangma no podrán entrar en Tíbet hasta abril", rezaba el e-mail del gobierno chino que Edurne recibió el miércoles por la noche. En principio, el permiso para cruzar la muga tibetana lo tenían acordado para el próximo día 16, por lo que la noticia "en el último momento" fue "un golpe" que "complica las cosas", se apenó la propia Edurne en el aeropuerto. "Al principio, se me cayó la moral a los pies, pero ahora ya sólo pensamos en subir al Annapurna".
A nivel logístico, "habíamos sido previsores y mandamos material técnico suficiente a Katmandú", explica Izagirre. A los 1.200 metros de cuerda enviados inicialmente a la capital de Nepal, han debido añadir otros 200, porque al ser la primera expedición de 2010 al coloso nepalí, no encontrarán nada de equipación y deberán fijar todo el cordaje. El agravio en cuestión de material es "prácticamente nulo", aunque el sobrepeso de 40 kilos en el equipaje les costó ayer 1.200 euros en el vuelo de Lufthansa que los debía trasladar a Doha vía Múnich. En la capital qatarí cogerán un avión de Qatar Airways hasta Katmandú.
El próximo lunes, se unirá a la expedición el asturiano Nacho Orviz, mientras que el resto del equipo de Al filo de lo Imposible llegará el martes. Al día siguiente, el grupo se trasladará a Pokhara, unos 200 kilómetros al oeste de Katmandú y sobre los 1.000 metros de altitud, donde iniciarán el trekking hasta el campo base del Annapurna, a 4.200 metros.
Climatología fría pero seca Según las referencias de que disponen, en la zona de esta cima "el invierno ha sido seco", por lo que, al ser un monte muy protegido del viento por un gran circo, "el terreno estará bastante asentado". Ello supondría un menor riesgo de aludes, aunque "hasta que no estemos allí y lo veamos, no sabremos qué nos vamos a encontrar", apunta Edurne, que, al variar su plan, no coincidirá en el Annapurna con la otra gran aspirante a completar los catorce ochomiles, Oh Eun Sun, aunque "creemos que la coreana ha adelantado su expedición". Sin embargo, la guipuzcoana insiste en que "no compito en ninguna carrera; sólo quiero subir los catorce por mí misma".
Con esa ilusión partió Edurne de Loiu, donde rogó que "los últimos diez minutos" fueran para despedir a los suyos: "Me voy para tres meses, y si no le doy un musu a mi novio (Joserra), no me espera", bromeó.
Cuando la expedición embarcó, sus aitas, Sergio y Begoña; la mujer de Izagirre, Ainhoa; la ama y la hermana de Txikon, Dolores y Mari Carmen; se recuperaban a la intemperie del emocionante gero arte. "Lo único que pedimos es que vuelvan", coincidieron. "Volverán", aseveró Sergio Pasaban: "Son prudentes, y otras veces ya supieron darse la vuelta". Que sea con los dos ochomiles. "En ese caso iremos a Katmandú".