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Las otras Edurnes

En un entorno de hombres como es el del alpinismo y la escalada, un grupo de mujeres tratan de sobrevivir en la élite. En España, Edurne Pasaban es, por méritos propios, la más conocida, pero no es la única.

Las otras Edurnes

"Me pregunto como te daría por empezar a escalar, por caminar hacia arriba (...); me intriga descubrir como te atreviste a desafiar el reto establecido de la fuerza hombruna".

Antxon Iturriza, sobre la navarra Míriam García; de su libro "Montañas de papel".

desde el punto de vista cuantitativo, en lo que a número de licencias respecta, en España las montañeras aún están lejos de pisar los talones a los hombres. Ellas apenas superan las 20.000 licencias y ellos llegan ya a las 60.000. En Navarra esa diferencia es algo menor porcentualmente, aunque aún siginicativa: 2.117 federadas mujeres y 5.204 hombres. Desde el punto de vista cualitativo la diferencia sigue siendo sustancial y las actividades más punteras en cualquiera de las disciplinas del mundo vertical las suelen firmar hombres. Algo que, por otra parte, ocurre en casi todos los deportes.

Sin embargo, hay un puñado de escaladoras y alpinistas que sobreviven en la élite de este mundo de hombres. En escalada deportiva Josune Bereziartu hace ya tiempo que llegó al mítico noveno grado. En grandes paredes, Cecilia Buil cuenta con aperturas que para sí quisieran la mayoría de escaladores españoles. Y en lo que a Himalayismo respecta, al margen de Edurne Pasaban, alpinistas como Chus Lago o Rosa Fernández han firmado ascensiones muy interesantes.

al nivel de cualquiera Si hubiera que mencionar a una escaladora al nivel de cualquier hombre esa sería la guipuzcoana Josune Bereziartu (Lazkao, 1972). Y es que, como reza su blog, Josune es "uno de los mejores escaladores del mundo"; algo que, aunque gramaticalmente no sea correcto, es totalmente cierto. Bereziartu comenzó a escalar hace más de 20 años entre Egino y la escuela navarra de Etxauri. Desde entonces ha recorrido medio mundo con su inseparable Rikar Otegi estableciendo varios hitos en la escalada mundial.

En 1998 se convirtió en la primera mujer en el mundo en encadenar un 8c, en la vía Honky Tonky de Araotz (Guipúzcoa). Cuatro años más tarde, Bereziartu estableció un nuevo récord mundial al convertirse en la primera mujer en llegar a noveno grado con Bain de sang (9a), en la escuela suiza de Saint Loup. Y en 2005 llegó al máximo nivel mundial al encadenar Bimbaluna un 9a+, igualando el máximo grado alcanzado por hombres. Además, puede presumir de haber encadenado un 8b+ a vista (en el primer intento).

En los últimos años, junto a Rikar Otegi, se ha acercado a la escalada más alpina cambiando en gran medida las escuelas de escaladas por las grandes paredes.

de groenlandia al karakorum Si se trata de hablar de big wal, una de las escaladoras más activas en los últimos años ha sido la oscense Cecilia Buil (Huesca, 1973). Se enganchó a las grandes paredes en 1996, en una visita a Yosemite. Desde que El Capitán le sedujese hace 14 años, Buil ha recorrido los cinco continentes con espectaculares aperturas en Groenlandia o el Karakorum. Buil ha sido, además, directora del Equipo Nacional Femenino de Alpinismo.

"Soy fanática de la belleza, de la soledad compartida con amigos, de las paredes verticales y los lugares salvajes, siempre en busca del equilibrio entre la dificultad y mis posibilidades. Lo importante no es llegar a cumbre, no necesariamente, sino el camino que lleva a ella, cada paso y cada esfuerzo", explica sobre su visión de la escalada.

la más mediática Bastante más conocida y mediática que Buil es Araceli Segarra (Lleida, 1970). Esta montañera catalana, que incluso ha hecho sus pinitos como modelo, empezó en el mundo de la espeleología, aunque pronto vio que lo suyo era tirar hacia arriba. Su primera expedición de entidad, en 1991 con sólo 21 años, tuvo como objetivo el Broad Peak, aunque se tuvo que dar la vuelta a 7.100 metros.

Un año más tarde, sin embargo, podría desquitarse con una ascensión ligera a un ochomil secundario como el Shisha Pangma central (8.012 m). En 1996 Segarra se convierte en la primera mujer española en pisar la cumbre del Everest -lo hace con la ayuda de oxígeno-, en una ascensión que la lanza a la primera plana mediática. Segarra ha participado, además, en expediciones al K2 o al Kangchenjunga y ha escalado en roca en Malí o Pakistán.

alpinista y polarista Si la catalana fue reconocida por ser la primera española en hacer cumbre en el Everest, Chus Lago (Vigo, 1964) lo fue, en 1999, por ser la primera en hacerlo sin la ayuda de oxígeno embotellado (la tercera mujer del planeta en hacerlo). Antes de esta cumbre Lago ya había participado en sendas expediciones al Everest y al Annapurna (en ambas se tuvo que dar la vuelta),y había hecho cima en un ochomil como el Cho Oyu y un sietemil como el Pico Lenin. Tras su cumbre en el techo del planeta, ha completado el Leopardo de las nieves (hollar los cinco picos más altos de la extinta Unión Soviética), ha hecho cima en solitario en el Macizo Vinson (4.897 m) de la Antartida y ha alcanzado el polo sur.

cuatro "ochomiles" La asturiana Rosa Fernández (Cangas del Narcea, 1960) es otra de las montañeras españolas más destacadas. La asturiana puede presumir de haber hollado cuatro ochomiles: Gasherbrum II, Makalu, Lhotse y Everest (con oxígeno). Pero sobre todo puede enorgullecerse de haber vuelto a las alturas esta primavera en el Manaslu tras haber superado un cáncer de mama.