pamplona. El palista y preparador físico Aritz Altadill es quien corta el bacalao estos días en el gimnasio de la Universidad de Navarra. Él pincha la música en un portátil, anima a los muchachos del San Antonio en su particular lucha con los hierros y, libreta en mano, se mueve de un lado para otro en la sala de musculación. Acaba de recalar en el club albiazul y su principal misión ahora es ayudar a pulir una plantilla muy joven y aún poco pesada para una categoría como Asobal.

Pese a su juventud, Altadill es uno de los capos de la preparación física en Navarra. El pamplonés ha trabajado con el Lagunak de la Superliga, el Consmetal y con un buen puñado de pelotaris. En este momento, compagina su labor en el Amaya Sport San Antonio con la preparación de Juan Martínez de Irujo, Peio Martínez de Eulate y Mikel Beroiz, sin descuidar su entrenamiento como palista profesional. Además, Altadill última la apertura de Zentrum, un centro de entrenamiento y rehabilitación en Barañáin.

Aún estará aterrizando en el mundo del balonmano, ¿qué impresión le está dando?

Es una mezcla entre los diferentes deportes que había trabajando anteriormente. En lo que a grupos se refiere, el primer equipo al que llevé fue el Lagunak femenino y después, estuve otro año con el HNV Consmetal (actual Grupo Iruña), un grupo de gente de mucho peso que entrenaba en sesiones dobles y que también tenía problemas con golpes. Por otro lado, en mi entrenamiento con pelotaris he trabajado mucho todo el tema de lanzamientos y golpeo. Entonces, el balonmano conjuga un poco de todo eso y, en principio, no se me está haciendo demasiado complicado. Poco a poco estoy aprendiendo lo específico de cada puesto para ir trabajando cada vez mejor.

¿Era aficionado?

Mi padre era muy aficionado y, por acompañarle, fui socio durante un par de años, cuando estaba en la máxima élite.

¿Qué nivel de importancia tiene la preparación física en la élite del balonmano?

Cuando se llega a cierto nivel de juego en cualquier deporte lo que marca la diferencia es el físico. En la élite hay diferencias en lo que a nivel técnico se refiere, pero muchas veces la gran diferencia, además de la táctica, es el físico. Ser más rápido, ser fuerte y ser intenso es algo fundamental a determinado nivel.

En este sentido, ¿cómo está el equipo?

Nos faltan kilos. Juanto suele insistir en que nos vamos a encontrar con defensas muy fuertes y que nos falta volumen. Por otro lado, nuestra gente es muy rápida y eso también es una virtud. Hay que tratar de ganar fuerza y coger peso, que no se coge en dos días. Tenemos que tratar de mejorar ciertos factores sin estropear nuestras virtudes.

Pelota, baloncesto, fútbol femenino y balonmano. De entre estos deportes, ¿cuál es el que más le motiva para trabajar?

La pelota siempre me ha gustado, es lo que he vivido desde pequeño y lo que mejor conozco. Poder entrenar a gente de élite es muy bonito. El mayor problema para un preparador en pelota, sin embargo, es que no sabes cuándo compites. En balonmano, antes de empezar ya conoces todo tu calendario, pero en la mano es imposible. De todas formas, aunque la pelota es lo que más domino, me estimula mucho tener un reto nuevo delante.

Estar con alguien como Irujo, que esta haciendo historia, tiene que ser muy estimulante...

Irujo prácticamente todos los años gano algo y ahora lo que tratamos es que cada año pueda estar en los tres grandes torneos. De todas formas, al mismo tiempo que es muy estimulante, es una presión. Se da por hecho que tiene que estar arriba y si no llega a las finales parece que pasa algo. Hemos entrado en una dinámica de entrenamientos muy buena en la que conseguimos llegar muy bien a todas las fases finales de los tres torneos importantes y también hemos logrado que haya continuidad de un año a otro.

De entre los deportistas que ha conocido, ¿quién le ha impresionado más?

A Patxi Eugui había que frenarle, era un portento. Con 34 años estaba como una moto, era alucinante lo fuerte que estaba. Luego, Irujo ha llegado un momento en el que a veces también le tienes que frenar. Ha mejorado mucho la resistencia, ve que mejora al correr y hay que pararle para no pasarnos de forma. El deportista, como es normal, va a lo suyo y no conoce del todo los secretos del entrenamiento. A algunos les tienes que quitar de la cabeza eso de que cuanto más mejor, a veces no es así. Otro muy fuerte es Mikel Beroiz, que también está fuerte para la edad que tiene, aunque aún es una fuerza un tanto descontrolada. Y por lo que estoy viendo, en el balonmano también hay gente muy fuerte.

También habrá deportistas a los que habrá que andar empujando...

Llegados a cierto nivel la gente suele ser responsable y sabe que hay que currar, te das cuenta que por algo están ahí arriba. Otra cosa es que luego les recomiendes hacer algo por su cuenta y no lo hagan. Salvo algún caso concreto en el baloncesto y el fútbol femenino, he encontrado gente muy receptiva.

¿A quién le gustaría entrenar?

En el mundo de la mano creo que se le podría sacar mucho partido a Oinatz Bengoetxea. Me parece que físicamente no está muy trabajado y tiene un nivel técnico increíble. A ese chaval, llevándolo bien, se le podría sacar mucho partido. A nivel de otros deportes, la verdad es que antes sí que tenía esas ganas de acabar en algún equipo de fútbol o algo similar, pero ahora que hemos montado Zentrum estaré encantado de entrenar a quien venga.

Cuéntenos, ¿que hay detrás de este proyecto?

Jesús Ángel Eslava, Jurdan Mendigutxia y yo abriremos un centro de rehabilitación y entrenamiento en Barañáin. Nuestra idea es que sea puntero en lo que a entrenamiento y rehabilitación se refiere. Vemos que la preparación física se trabaja mal en general. Creemos que la preparación, la prevención de lesiones y la recuperación tiene que ir todo unido. Por eso hemos crea un centro diáfano en el se trabaja todo eso y en el que, además, contamos con otro tipo de instalaciones punteras.