valladolid. El Helvetia no pudo sacar nada positivo de su visita al pabellón Huerta del Rey y cayó derrotado de forma bastante clara ante el Valladolid en un partido que se decidió mediado el segundo periodo. Los blanquiverdes ofrecieron una buena primera mitad y solo cedieron ligeramente poco antes del descanso. En la segunda, el equipo defendió bien pero le faltó contundencia en ataque y eso le impidió enjugar la renta desfavorable, por lo que llegó al tramo final muy cuesta arriba.

primera parte igualada El partido comenzó a buen ritmo, con los dos equipos bien colocados en la pista. Eso deparó un bonito intercambio de goles en los minutos iniciales que, sin embargo, no provocó diferencias de más de un gol, en parte por el acierto de los atacantes pero también por las buenas defensas de ambos, agresivas y con mucha tensión. Se culminaron los primeros cinco minutos de juego con un marcador igualadísimo, 3-3.

Sin embargo, aquí apareció la figura del local Eilert, el lateral desgarró la portería visitante con tres goles consecutivos que dejó en el marcador la primera diferencia de dos goles, 6-4. Pero la cosa no era grave, Helvetia defendía con mucha intensidad y prácticamente había anulado a los extremos rivales, que siempre encontraron posición incómoda para el lanzamiento. Nadoveza y Borragán retomaron la responsabilidad ofensiva y con sus goles mantuvieron a su equipo en el marcador (11-10, min.20).

De ahí al descanso, el encuentro no varió demasiado, aunque los locales cogieron una renta de tres goles al descanso gracias a la mejora del juego de sus extremos. Hernández Casado apareció para dolor del Anaitasuna y se llegó al descanso con 17-14 En esos momentos, también la grada del Huerta del Rey se hacía notar y ayudaba a los suyos.

se distancia en la segunda A la vuelta de los vestuarios, el entrenador local, Juan Carlos Pastor, apostó fuerte por la victoria y colocó en pista un siete muy ofensivo en un claro intento de abrir brecha en el luminoso. Aguantó entonces como pudo el Helvetia e incluso logró mantener su portería a cero durante ocho minutos. El problema que tuvo es que tampoco anotó demasiado, sólo dos goles que dejaban un 24-21 pasado el minuto 47.

El conjunto blanquiverde se abrió y sufrió de nuevo por los extremos al igual que se veía incapacitado para correr en ataque, donde solo Borragan mantenía el tipo con sus aciertos. Lo que se tradujo, con el paso de los minutos y con el undécimo gol de Lykke Eilert, en una renta favorable al Cuatro Rayas Valladolid de cinco goles, 29-24, a falta de poco más de cinco minutos para el final. El choque parecía romperse definitivamente.

En el tramo final no hubo nada que hacer, Helvetia buscó la igualada, y aunque Borragan aumentó su estadística, el choque lo cerró Lykke con un último gol dejando el definitivo 32-28 en el marcador.