pamplona - Baltasar Gallardo regresa hoy a Pamplona con un cuarto puesto mundial bajo el brazo, algo que no esperaba cuando comenzó a preparar el Campeonato del Mundo allá por agosto de 2014.
Hoy, orgulloso por el trabajo realizado vuelve a Navarra con la alegría de haber competido y haber logrado tan buen resultado en la catedral del mushing en Europa.
El musher del equipo Acciona-Greenheart comienza un viaje de 4.000 kilómetros de vuelta a casa tras una aventura inolvidable, un cuarto puesto que califica como “ser el primero de los terrícolas”. Por delante suya solo terminaron: la sueca Eveline Koch, toda una profesional que vive por y para ello; la francesa Katherine Fontaine, que llevaba desde diciembre con 25 perros entrenando en la zona; y la noruega Martes Stensland, muy acostumbrada al clima y el trazado.
Como el propio Gallardo comentaba, terminar tan arriba fue una sorpresa hasta para él: “He tenido el privilegio de estar cerca de ese elenco de los tres primeros clasificados y, además, basándome en el entrenamiento que he realizado en Navarra, ya que cuando llegué al campo base las temperaturas eran superiores a las esperadas y no pude hacer los kilómetros que tenía pensados”.
Todo este viaje no hubiese sido posible sin la ayuda de Acciona y de Greenheart, empresas con la que Gallardo está muy agradecido.
Baltasar Gallardo analizó la prueba deportiva en sí y la calificó como muy complicada: “La prueba fue muy dura. No tanto por el frío extremo como por el viento. Excepto en algún tramo en el que cruzábamos un río, en el resto de la prueba parecía que competíamos en un paisaje casi lunar, todo blanco, sin apenas señales de vida alrededor”.
Debido al mal tiempo, Gallardo tuvo que soportar momentos difíciles para poder completar la carrera: “Fue una prueba muy dura, sobre todo en sus últimos 110 kilómetros, ya que decidimos descartar uno de los perros y los veterinarios nos aconsejaron dejar otros dos más fuera, por lo que terminamos con el mínimo: 5 perros. Prueba de esa dureza, es que la ventisca obligó a casi un 50% de los participantes a abandonar: de los 80 equipos que comenzaron la carrera, 36 no pudieron completarla.
A pesar de los inconvenientes, el navarro estuvo cerca de llegar en tercero. “Llegamos a la meta tan solo 27 minutos después del tercer equipo clasificado. Puede parecer mucho tiempo, pero teniendo en cuenta que el tiempo total de la prueba fue de dos días y 16 horas en mi caso, es muy poca distancia”, comentó Gallardo.
Finalmente, consiguió cruzar la meta y además en un tiempo muy inferior al que él esperaba, ya que estimaba emplear alrededor de 80 horas y llegó en apenas 64.