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Una azafata superviviente: "El avión se apagó por completo en el aire"

Concluye el rescate de los cuerpos de los 71 muertos en el accidente del avión que transportaba al club de fútbol brasileño Chapecoense - Un niño guió el rescate del primer superviviente hallado en la zona, en el municipio colombiano de La Unión

Una azafata superviviente: "El avión se apagó por completo en el aire"

LA UNIÓN.Las autoridades colombianas han concluido la operación de rescate de los restos mortales de las 71 personas que perdieron la vida en el accidente del avión que trasladaba a los jugadores del equipo de fútbol brasileño Chapecoense, que se estrelló en la noche del lunes en el Cerro Gordo de la Unión, en el departamento colombiano de Antioquia.

"Se cierra operación búsqueda y rescate: 71 cuerpos recuperados y 6 sobrevivientes", ha explicado Carlos Iván Márquez, del departamento de prensa de la Presidencia de Colombia, en un mensaje publicado en Twitter por la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres.

La Unidad de Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres de la Policía Nacional de Colombia, que ha estado participando activamente en la recuperación de cadáveres y el rescate de los heridos, ha confirmado que han terminado las labores sobre el terreno.

"Con dolor en nuestros corazones pero con la satisfacción del deber cumplido, terminó con lágrimas el rescate de los cuerpos de los campeones", ha asegurado, en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.

El avión de la compañía Lamia que trasladaba a los jugadores del equipo brasileño Chapecoense se estrelló en lunes por la noche en la zona del Cerro Gordo de la Unión, en el departamento de Antioquia, tras haber informado de que sufría un fallo eléctrico.

A bordo de la aeronave viajaban 77 personas, entre jugadores, acompañantes, técnicos, periodistas y tripulantes, de los que solo han sobrevivido seis. La Fuerza Aérea de Brasil ha enviado un avión para repatriar los cuerpos cuando se complete su identificación en Colombia.

"SE APAGÓ POR COMPLETO" Ximena Suárez, la auxiliar de vuelo que ha sobrevivido al accidente, ha asegurado que la aeronave "se apagó por completo" y "tuvo un fuerte descenso" antes de sufrir "un gran impacto" contra tierra en la zona de Cerro Gordo de la Unión, en el departamento de Antioquia, en Colombia, según informa el diario 'El Colombiano'.

"El avión se apagó por completo y tuvo un fuerte descenso, seguido de un gran impacto", relató Suárez a los equipos de rescate cuando le encontraron consciente, junto a las otras seis personas que sobrevivieron al siniestro, una de las cuales falleció durante el traslado a un centro hospitalario.

Suárez trasladó su testimonio a los especialistas de rescate cuando le encontraron en torno a las 0.30 horas del martes, horas después del impacto contra el suelo en una zona montañosa y boscosa del Cerro Gordo, a decenas de kilómetros del destino del vuelo, el aeropuerto José María Córdova de Ríonegro, en Medellín.

Por el momento, se desconocen las causas del accidente aéreo pero las autoridades colombianas han informado de que el avión comunicó a la torre de control antes de estrellarse que había sufrido un fallo eléctrico.

Según 'El Colombiano', antes de comunicar ese fallo, la aeronave pidió permiso para aterrizar por escasez de combustible y la torre le mandó descender de altitud y esperar a otro aterrizaje para poder iniciar la maniobra, por lo que voló en círculos para bajar de cota a la espera de dirigirse a la toma en el aeródromo.

Un experto en aviación consultado por este diario colombiano ha asegurado que el avión del vuelo del Chapecoense tenía una capacidad limitada para realizar ese trayecto, toda vez que el recorrido era de 2.960 kilómetros y, según sus estimaciones, el modelo Avro Regional Jet 85 solo tiene autonomía de vuelo de 2.965 kilómetros.

Julio Consuegra, instructor de vuelo de la Escuela JEC y autor del libro 'Principios y Fundamentos de Aviación', ha subrayado la importancia de realizar una buen planeamiento previo al despegue, que tenga en cuenta cualquier contingencia que pueda darse en el trayecto y ha afirmado que el avión está "limitado" para completar esa ruta.

"El avión sí es limitado para esa ruta. Yo volaba un RJ100, muy parecido, para SAM en los años noventa. No se trata en todo caso de una aeronave anticuada, cuenta con todos los sistemas. Pero las siglas RJ representan Regional Jet, es decir que es para rutas cortas, generalmente locales, de dos horas. La operación del avión fue estirada hasta su límite y de una forma indebida", ha explicado.

UN NIÑO GUIÓ EL PRIMER RESCATE Un niño guió el rescate del primer sobreviviente hallado en la zona donde se accidentó el avión que transportaba a Chapecoense en el municipio colombiano de La Unión, en el departamento de Antioquia (noroeste), según relataron testigos.

El menor, de unos 10 años, coordinó, en medio de su inocencia, la evacuación del jugador brasileño Alan Ruschel del sitio conocido como Cerro El Gordo, donde quedó destruido el sueño del conjunto de Chapecó de conquistar su primera Copa Sudamericana.

"Cuando estábamos parqueando las camionetas llegó un niño y nos dijo que a unos heridos los estaban sacando por otro lado", aseguró a Efe Sergio Marulanda, uno de los lugareños que cooperó con el desplazamiento de los seis sobrevivientes de la tragedia por el terreno agreste donde se estrelló la aeronave la noche del lunes.

Marulanda se convirtió en héroe anónimo gracias a una llamada de su hermano, un médico de la región que le pidió traer su camioneta 4x4 y las de otros cuatro amigos para cooperar en la misión de rescate que empezó dos horas después de la colisión del Avro Regional RJ85, de la aerolínea boliviana Lamia.

"Un policía me dijo: 'usted es el primero en llegar, monte al niño en la camioneta y vaya a recoger los heridos'", recordó el hombre, oriundo de La Unión e hincha de Atlético Nacional.

En medio de la "impactante" escena, compuesta por un avión totalmente desintegrado, cuerpos diseminados y el fuselaje esparcido en al menos cien metros de diámetro, Marulanda recibió en su camioneta a Ruschel junto a socorristas que luchaban por estabilizarlo.

"Lo subieron arropado, preguntó por su familia y sus amigos, dijo que le dolía mucho la cadera porque tenía una fractura", acotó sobre ese primer milagro que entregó la montaña.

En el lugar se apreciaban trozos de la indumentaria verde del Chapecoense que contrastaba con el color naranja de los balones coperos que nunca rodaron en el entrenamiento que tenía planificado el técnico Caio Júnior con sus dirigidos en Medellín un día antes del primer partido de la final de la Sudamericana ante Nacional.

Ruschel, con algo de consciencia, mantuvo cortos diálogos en español con sus rescatistas y luego fue llevado a una clínica en la localidad de La Ceja.

Junto a la vía principal de La Unión fue instalado el Puesto de Mando Unificado (PMU), que acumuló hileras de automóviles, ambulancias y periodistas, pues fue allí en donde se coordinaron todas las acciones que permitieron el rescate de seis sobrevivientes y 71 cuerpos.

Desde el Puesto de Mando partían por grupos rescatistas en camionetas, motos y caballos al sitio de la tragedia, ubicado aproximadamente a unos 17 kilómetros y que exigía una caminata en el último tramo de más de 30 minutos por un terreno agreste que incluía una pendiente de 80 grados y un descenso de 500 metros, según explicaron los expertos que atendieron la emergencia.

Del lugar del siniestro descendían paulatinamente héroes con nervios de acero y cuerpos afectados por el frío que les produjo tener sus trajes húmedos y embarrados con lodo.

Ellos, al calor de un café, recapitularon sus experiencias, hablaron de la dificultad del terreno y se sorprendieron por encontrar, al igual que Marulanda, a niños en la zona donde yacían cuerpos sin vida.

"Si ese avión se estrella un minuto después la tragedia hubiese sido mayor", reflexionaron los socorristas al analizar que esos 60 segundos de diferencia evitaron que la colisión fuera directamente en el municipio de La Ceja.

Entre esos rescatistas estaba Teobaldo Garay, capitán del Cuerpo de Bomberos de Perú, quien se encuentra de visita en el país y formó parte del grupo que estabilizó al jugador de Chapecoense Helio Hermito Zampier, el último sobreviviente que arrojó El Cerro Gordo.

"Me encargué de la cabeza y el cuello, pues el paciente llegó con trauma craneoencefálico severo y con muy poca consciencia", relató Garay, quien precisó que tuvo que realizarle un lavado en el cuero cabelludo e interpretar las señales del jugador que fue encontrado bajo el fuselaje de la aeronave junto a su documentación.

En la zona, el director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez, se encargó de informar que la operación de rescate fue "una de las más rápidas" que se ha hecho en Colombia, gracias a la logística aérea, terrestre, de maquinaria y humana.

Ahora, las autoridades colombianas se concentran en la investigación sobre las causas del siniestro y en el homenaje con velas, flores y camisetas blancas que prepara para mañana Atlético Nacional en el estadio Atanasio Girardot, a la misma hora en la debía disputar ante Chapecoense el partido de la final de la ahora ensombrecida Sudamericana. "Que les declaren campeones", ha reclamado el club colombiano.