Hallan sin vida al montañero de Abadiño desaparecido el sábado
La geolocalización del móvil, autorizada siete horas después de pedirla, permitió encontrar el cuerpo
Abadiño - La geolocalización del teléfono móvil de Iker Garitaonandia posibilitó hallar ayer por la tarde el cuerpo sin vida de este docente universitario de Abadiño, en Bizkaia, al que su familia echaba en falta desde el viernes. El rastreo del dispositivo concluyó de la forma más triste a las 17.36 horas en la cara norte del monte Untzillatx.
Padres, hermano y novia de Iker trataron desde primera hora de la mañana que la firma de telecomunicaciones con la que el vizcaino operaba permitiera su geolocalización. Sin embargo, por la ley de protección de datos, ni el evidente desasosiego de los parientes ni la intermediación urgente de la Ertzaintza lo posibilitó. Únicamente la denuncia interpuesta materializó la petición. Eso sí, siete horas después.
Para entonces casi un centenar voluntarios había acudido a la popular zona de escalada Atxarte donde había aparecido el coche del montañero para ir a buscarle. Las unidades de rescate de la Ertzaintza coordinaron el dispositivo con el apoyo de Cruz Roja, DYA y el grupo de perros de salvamento de Elorrio.
Fue tras batir el monte Astxiki cuando el juez posibilitó la búsqueda del teléfono móvil. La señal del dispositivo marcaba un parámetro del monte Untzillatx. La unidad de recursos del grupo de rescate de la Ertzaintza halló el cuerpo de Garitaonandia, que sufría un fuerte traumatismo cerebral.
Desde el dolor, la familia agradeció la labor de los agentes de rescate, sanitarios, voluntarios y los que compartieron su desaparición por las redes sociales. Garitaonandia nació en Abadiño. Soltero con novia, era profesor de la asignatura de Cálculo de Estructuras en la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV. Impartía docencia en la sección de Ingeniería Técnica de Minas y Obras Públicas. El alumnado coincide en recordarle como “un gran profesor”. - I. Gorriti