Osasuna Magna disputa este viernes (19.00 horas, LaLiga Sports TV) en el Pabellón Anaitasuna, el encuentro de liga correspondiente a la decimocuarta jornada ante Viña Albali Valdepeñas y lo volverá a hacer a puerta cerrada para los espectadores. Sanidad Navarra va a autorizar a partir del 16 de diciembre la presencia de público en los eventos deportivos en la Comunidad Foral, así que es previsible que el siguiente partido en el Anaitasuna ya pueda acceder público. De todas formas, no será hasta el 17 de enero en que Osasuna Magna vuelva a jugar como local recibiendo a Industrias García en el último encuentro de la primera vuelta.

El choque ante el potente Viña Albali Valdepeñas, que llega a Pamplona con una sola derrota cosechada en ocho partidos y demostrando que mantiene su espectacular nivel de la temporada pasada, es muy importante para los verdes que deberán afrontar tres desplazamientos consecutivos en las próximas fechas. El miércoles 16 se enfrentarán en Paterna a Levante en octavos de la Copa del Rey. Después, también como foráneos, choques ante Fútbol Emotion Zaragoza (22/12) y Aspil Jumpers (4/1).

No hay bajas en el conjunto de Imanol Arregui para el partido ante Viña Albali Valdepeñas. El técnico de Osasuna Magna considera al Valdepeñas un “rival muy complicado”. “Seguro que nos va a exigir el máximo, porque es un equipo que está llamado a hacer grandes cosas, como ya hizo la temporada pasada. Lleva muchos puntos aunque parezca que no, porque la tabla está un poco falseada por los partidos aplazados”. Del rival destaca que tiene un “juego de pívot muy marcado, alternando con un juego de cuatro, dependiendo de quien esté en pista”. “Tienen muy buen uno contra uno y la capacidad de hacer gol muy fácil. No les hace falta estar jugando bien para hacer dos o tres goles”.

“Para nosotros es un partido importante, porque estamos todos en un margen muy pequeñito de puntos. Vamos a ver si conseguimos ver puerta con más facilidad de lo que lo estamos haciendo y sobre todo si no tenemos esos dos o tres minutos de desconexión que a veces nos están llevando a encajar goles que no debemos”, explica Arregui.