A pesar de ocupar el undécimo puesto, ayer Ulla Oil Rosalía no se dejó intimidar ante un Osés que ya tenía la tarea hecha. Y más vale, porque si del encuentro de ayer dependiera el segundo puesto, las de Unzué hubiesen tenido algún problema para llevarse la victoria.

El encuentro empezó muy rápido con ventaja para las de Zizur Mayor, con un triple de Montero en los primeros segundos, el banquillo se levantaba dando al enhorabuena a su base cántabra. Tan rápido empezó todo que en los cinco primeros minutos ya sumaban un total de 16 puntos. Pero no fue Montero la que más destacó entre las azules, sino que fue De Barros, son 11 de los 16 puntos de esta primera mitad del primer cuarto. Con 24 puntos cerró el partido, claves para asegurarse la segunda posición y clave también la jugadora para su equipo, una de las más importantes en cuanto a juego interior y defensa. Las azules saltaban del banquillo para dar la enhorabuena a su compañera, que acababa de construir el camino a la victoria en el primer cuarto.

Y hablando de juego interior, muy escaso ayer en Zizur. Cabrera parecía que se escondía y no se la pudo ver apenas en pista, pero tampoco en el luminoso. Aquellas que destacaban a principio de la temporada, han dejado de hacerlo, como Arregui y Cabrera, y han dejado espacio a la portuguesa y a Marcos y a Vázquez, que poco a poco consiguen minutos en la pintura.

En el segundo cuarto, la defensa azul se relajó y, fruto de ello, llegó el casi empate en el cuarto. De Barros supo que, si su equipo no destacaba en defensa, debería hacerlo en ataque y buscó una solución. Contagiar a Montero para que le ayudara a soportar el equipo. La jugadora con el dorsal diez supo despistar a toda la defensa con mucho juego sin balón y lograba recibir sola debajo de canasta repetidas veces.

El regreso de los vestuarios favoreció al conjunto y mantuvo su buena dinámica en ataque. Mucho movimiento de balón hasta llegar a la jugadora que estaba sola y enchufaba el balón en el aro. Las de Unzué rebajaron las expectativas a las de Santiago de Compostela y les dijeron, con puntos en el marcador, que el partido estaba hecho para las locales. Des esta forma, las visitantes solo acumularon 7 puntos en los diez minutos, y qué 7 puntos tan difíciles.

Cuando el partido ya estaba hecho, Cabrera apareció por sorpresa para rematarlo. Con tres robos en bote y, por fin, juego dentro de la zona en ataque, Unzué recuperaba a la argentina en el parquet. Con la tarea hecha desde hace jornadas, las azules despedían el último partido de la temporada en casa con euforia por lo que viene, pero tranquilas por lo conseguido.