Rafa Nadal peleará el domingo por conquistar su vigesimoprimer título de 'Grand Slam' después de clasificarse este viernes para la final del Abierto de Australia tras derrotar en las semifinales al italiano Matteo Berrettini en cuatro sets por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.

El jugador balear jugará su sexta final en Melbourne en busca de su segundo título tras el logrado en 2009 después de deshacerse del de Roma en casi tres horas de un encuentro que dominó con mucha seguridad hasta el último tramo del tercer parcial, momento en el que su rival despertó y ofreció su mejor versión para complicar las cosas.

Sin embargo, el ganador de 20 'grandes' supo aguantar aferrado a su servicio y esperó pacientemente a que apareciese su oportunidad al resto que no desperdició para conseguir una rotura clave y llevarse el pase a la final donde se medirá al ruso Daniil Medvedev, su último obstáculo para intentar hacer historia en la que será su vigesimonovena final de 'Grand Slam'.

Nadal jugó un gran partido, seguramente el mejor de toda su andadura en el torneo, sólo empañado por el despiste del tercer set, al que sacó un gran rédito un Berrettini que mejoró ostensiblemente tras haber sido desactivado en los dos primeros de forma clara y ser incapaz de encontrar su mejor tenis.

El italiano, al que le favorecía inicialmente jugar con la Rod Laver Arena techada por la lluvia, no fue capaz de inquietar al español en esas dos mangas iniciales, donde fue víctima de la solidez y táctica del balear, que castigó continuamente su revés a dos manos, con el que terminó acumulando 19 errores no forzados desde el fondo de pista.

Además, ni su poderoso 'drive' ni su saque le ayudaron hasta pasado el tercer parcial y el encuentro transitó por donde quiso casi siempre un Nadal, en su versión de grandes citas y con apenas errores en los dos primeros sets (7 de los 19 totales).

El campeón de 2009 se mostró muy fino y recuperado del esfuerzo de los cuartos de final ante el canadiense Denis Shapovalov y los efectos que le provocó un golpe de calor. Con sus piernas con energía y su saque, 'drive' y, sobre todo, su revés a dos manos cruzado funcionando, parecía que no tendría problemas para meterse en la final.

Berrettini sufrió con su segundo saque y eso le costó ir siempre a contracorriente y con prisas. Nadal rompió a las primeras de cambio en los dos primeros sets y sin ofrecer apenas resquicios con el servicio se puso dos sets arriba antes de la hora y media de partido.

Todo parecía bien encaminado para el tenista español cuando el italiano consiguió asentarse mucho más en la pista. Consiguió afinar su servicio y su juego desde el fondo de la pista, lo que le permitió por primera vez ir al menos por delante en el marcador.BERRETTINI APRIETA, NADAL AGUANTA

El séptimo cabeza de serie pudo apretar y que el contador de errores no forzados de su oponente fuese subiendo paulatinamente, pero aún le faltaba hacer algo más de daño al resto. Nadal no estaba ya tan cómodo, pero se mantenía dentro del encuentro, que cambió en el octavo juego. El de Manacor perdió su servicio y el romano no lo desaprovechó para cerrar el set y coger fuerzas.

Berrettini creció en la Rod Laver Arena y ofreció las credenciales que le han llevado a codearse con los mejores del mundo. El saque y la derecha martillearon al español, que tampoco encontraba ahora tanta ayuda en el revés a dos manos del italiano, pero que aún así volvió a tirar de su experiencia y de su saque como ante Shapovalov para ser ahora el que metía presión mandando siempre en el marcador.

Nadal aguantó pese a que el partido se empinaba a la espera de que el italiano bajase algo el nivel. Y esto sucedió en el octavo juego, con dos errores con el 'drive' y unas bolas de 'break' que el balear no desperdició para romper y poner rumbo al sueño del vigesimoprimer 'grande' y de agrandar su leyenda.

"Esta victoria significa quizá más que algún título de Grand Slam"

"Para mí es un éxito especialmente emocionante, quizá más que algún título de Grand Slam por lo inesperado que es todo y por todo lo que hemos pasado en estos últimos meses", explicó Nadal en alusión a los seis meses de inactividad que atravesó como consecuencia de su lesión crónica en el pie izquierdo.

"La vida a veces te da este tipo de oportunidades. Lo estoy disfrutando al máximo y la grada me está apoyando de forma incondicional", agregó el sexto clasificado mundial antes de describir el acontecimiento con un "semimilagro".

Nadal, que disputará su sexta final en el 'major' australiano, desveló que acusó el desgaste físico en el tercer set, fruto del "escaso tiempo en pista" al que se ha sometido en este primer tramo de temporada.

"Llevo un escaso tiempo en pista, a nivel físico me voy cansando y me ha costado mantener la intensidad de los dos primeros sets. No estoy acostumbrado a este ritmo", señaló al respecto.

Sin embargo, también remarcó su gran nivel en los dos primeros sets en los que "las sensaciones eran muy buenas".

"Son muchos años de experiencia y aquí, después de nueve partidos ganados, la rapidez mental vuelve ,y los automatismos. Estaba jugando a un nivel muy alto al principio, con una adrenalina muy alta moviéndole muy bien", añadió tras cerrar el choque por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.

El español comentó que lo que se juega este domingo "es una final de Grand Slam" e indicó que no sabe si será el último.

"Me juego un Grand Slam, esa es la verdad. No sé si va a ser el último. Hace poco tiempo parecía que no habría otra oportunidad. Yo entiendo que estás con el tema de ser el mejor de la historia pero aunque lo gane no significará que lo vaya a ser", argumentó en alusión a su posibilidad de convertirse en el primer jugador en superar la barrera de los 20 grandes.

"Para mí sería muy bonito e importante pero no creo que me cambie la vida. Si gano me va a dar felicidad pero la vida va a seguir", aclaró.

Por último, el de Manacor dijo que en la final tendrá al rival más difícil posible del cuadro porque "uno es el número dos con opciones a ser número uno y el otro es el número cuatro".

"Estos jugadores son el presente y los que van a marcar el ritmo del circuito en los próximos años por el cambio natural que tiene la vida. Tengo que sacar lo mejor para darme alguna opción", concluyó.