Una espontánea saltó a la pista central de Roland Garros cuando se disputaba la segunda semifinal masculina del torneo entre el noruego Casper Ruud y el croata Marin Cilic y obligó a detenerla.

La manifestante, que llevaba la cifra 1.028 en la camiseta, se colocó de rodillas en uno de los extremos de la red y se ató a la misma, lo que obligó a intervenir a los servicio de seguridad.

Ruud y Cilic se fueron a los vestuarios cuando el marcador señalaba 3-6, 6-4 y 4-1 a favor del noruego y se había disputado algo más de dos horas de juego.

La interrupción duró un cuarto de hora, antes de que la espontánea fuera evacuada y los dos tenistas pudieran regresar.