Dicen que a veces lo barato sale caro, aunque en otras muchas ocasiones ocurre justo lo contrario. Y en este segundo grupo hay que incluir el caso de Ante Budimir, el fichaje más caro de la historia de Osasuna, pero que en sus casi cuatro temporadas como futbolistas del conjunto navarro está demostrando un notable desempeño goleador. El mejor ejemplo de todo este asunto lo encontramos en el presente ejercicio, en el que el delantero croata, con el doblete que anotó el pasado sábado en la victoria rojilla contra el Cádiz en El Sadar (2-0), ya acumula 13 goles en Liga y, con todavía 13 jornadas de competición por delante, tiene a tiro más registros históricos del club.

Con todavía unos cuantos partidos en el horizonte de la temporada en curso para mejorar sus registros anotadores, Budimir ya puede presumir de haber igualado su mejor marca personal en Liga en Primera División, los 13 goles que marcó con la camiseta del Mallorca en la campaña 2019-2020, la anterior a recalar en Osasuna, primero en calidad de cedido y después en propiedad tras el desembolso de ocho millones de euros, aunque el precio subió algo más por los intereses del préstamo al que tuvo que recurrir el club navarro para afrontar la operación.

El delantero croata también ha superado –más bien destrozado– sus récords como rojillo, pues lleva 13 goles en 25 jornadas por los 11 que marcó en su primer curso en Pamplona y los ocho de los dos siguientes ejercicios, por lo que parece no tener techo. Aunque sí lo tiene. O al menos unos cuantos retos para seguir haciendo historia. Y es que está a un sólo gol de los 14 que marcó Iván Rosado en Liga en la temporada 2000-2001, cifra que le sigue erigiendo a día de hoy como el máximo goleador de Osasuna en una misma temporada en Primera División en lo que va de siglo, del que ya se ha consumido casi una cuarta parte, quedando únicamente por delante los registros de dos auténticas leyendas rojillas en la máxima categoría: las 15 dianas de Sabino Andonegui en la temporada 1957-1958 y las 20 que hizo Julián Vergara en el curso 1935-1936.

Son palabras mayores, pero también lo eran los 13 goles de Jan Urban en la temporada 1990-1991 y de Oriol Riera en la 2013-2014, siempre en la máxima categoría, y Ante Budimir ya los ha igualado, aunque continúa abierto el debate sobre la autoría de uno de sus goles este curso. Concretamente el que le valió a Osasuna para empatar con Las Palmas en El Sadar (1-1) el pasado 11 de noviembre, una diana que una imagen captada por Javier Bergasa, fotógrafo de este periódico, demostró que había sido anotada por Saúl Coco, defensa del conjunto canario en su propia portería, pero que el árbitro de aquel partido, el sevillano Jorge Figueroa Vázquez, le otorgó al croata, como también lo sigue haciendo LaLiga. No ocurre lo mismo con el diario Marca, organizador del Trofeo Pichichi, en el que Budimir aparece con 12 goles. En cualquier caso, un buen puñado para un futbolista de 32 años (cumple 33 en julio) que, como el buen vino, está mejorando con el paso del tiempo. Y aún tiene margen para marcar más. Sin techo.