Suele decirse que sobre gustos no hay nada escrito, pero hay que añadir siempre que hay gustos que merecen palos. Ya sabemos que cada federación internacional organiza como le da la gana el método de clasificación para los Juegos, pero hay métodos que claman al cielo. Un par de ejemplos: las campeonas del mundo de fútbol, las españolas, se habrían quedado sin ir a París 2024 (por cierto, su debut olímpico) si no lo hubieran hecho muy bien en la Liga de Naciones para acabar entre las dos mejores (o entre las tres si se metía Francia en la final). Y qué decir del balonmano masculino, con sus tres Preolímpicos plagados de grandes selecciones, incluidas la 4ª y 5ª en el reciente Europeo o la 3ª en el Mundial de 2023. Puede sonar a exageración, pero hay deportes en los que es más difícil ir a los Juegos -por el escaso cupo para Europa- que lograr medalla una vez estás allí y juegas contra débiles selecciones de otros continentes.