El club deportivo Amaya ha acogido esta mañana un torneo de fútbol en memoria de Yessika Rubio cuando se cumplen tres años de su fallecimiento. Vecina de Buztintxuri, murió a los 38 años de edad a causa de un cáncer. Su familia, extensa cuadrilla y amistades participó ayer en el emotivo homenaje que se celebró en el club al que pertenecía y donde se celebró una comida en recuerdo a su inolvidable figura.

La joven deportista pamplonesa, era socia y jugadora del equipo femenino de fútbol de Ciudad Deportiva Amaya donde debutó en 1994 en categoría de fútbol sala para pasar en 1999 (hasta 2006) a formar parte de uno de los seis equipos femeninos de fútbol 11 que se abrió camino en Navarra y que llegó a ocupar el primer puesto en la Liga si bien Rubio también destacó por su trabajo como entrenadora. Pero ante todo dejó huella por su entrega y carisma como compañera de luchas y como amiga. “Después te emancipaste y estuviste ligada a otro gran equipo, el San Juan”, destacó la también ex jugadora Erkuden Larraza durante el homenaje, una carta a la que dio lectura Oihana Torregrosa. “No importaba si estábamos ganando o perdiendo, siempre encontrabas la manera de levantarnos, de luchar, de recordarnos que el fútbol es más que un juego, que es una pasión compartida, una lección de vida”, relató. 

“Este deporte significa tener que pasar muchas horas con las compañeras entrenando, sacrificando horas de estudio o de trabajo, las horas de viaje en autobús, el momento de la ducha, preparación de entrenamientos, ir a ver los partidos de los chicos de Amaya, de las contrarias, cadetes e infantiles, el bocadillo o pintxo post-partido, el grito del equipo, charlas psicológicas, risas, enfados, llantos, alegrías, tristezas, victorias, derrotas, lesiones, superación, frustración, esperanza, canciones, comidas y, por supuesto cenas de equipo. Todo esto es el fútbol y muchas personas de las que estamos hoy presentes aquí lo hemos vivido en nuestra propia piel, tanto si jugaste en Amaya como en San Juan, Lagunak u otro equipo. Si todo esto es el fútbol, entonces querida amiga Yessi, tú eres fútbol en estado puro”, subrayó.

“Pero más allá del deporte, tu apoyo incondicional, tu capacidad para escuchar y entender, de aconsejar y de estar simplemente ahí, es un ejemplo de lo que significa ser una buena personas, de esas que son raras de encontrar y que, cuando las tienes cerca, cambian tu vida para siempre”, reiteró.

Un acto de recuerdo y mucho cariño en el que no faltó “la alegría y humor que siempre nos brindaste, y sobre todo con el mejor fútbol posible: con las futuras promesas del fútbol femenino navarro y con la patxanga de viejas glorias”.

 También participaron en el acto otras compañeras a las que Yessi entrenó como Adela Griffiths o ex jugadoras como Sara Paternain.

 En el torneo de fútbol 8 femenino de alevín-infantil, en el que participaron los clubs Amaya, Mutilvera y Huarte, vencieron las jugadores de Huarte. Su hermano Eduardo Rubio compartió con todas ellas fotos y recortes de periódicos con las hazañas deportivas. “Tal como te dijimos, siempre serás de nuestro equipo, de nuestra tribu o como quieras llamarlo, pero siempre nuestra, gure Yessi, betidanik betirako”. Tras la entrega de premios su amiga Marta Angos se animó con un irrintzi lanzado desde el corazón con el pañuelo del equipo que Jessi le regaló.

Las jóvenes promesas del fútbol femenino del Amaya, en el homenaje. Cedida