pamplona - Dos medallas, oro y plata, es el botín que Navarra se trajo del reciente Campeonato de España de Selecciones Autonómicas (CESA), celebrado en enero en Valladolid. Dos metales muy trabajados, muy preciados, obtenidos en las categorías de Infantil y Juvenil. En ambos casos, con las chicas como absolutas protagonistas.

Los resultados de Valladolid son un buen espejo y un buen termómetro para medir el excelente momento que el balonmano femenino atraviesa desde hace años en Navarra. En el CESA 2019 estuvieron representadas seis selecciones, de las cuales cinco mantuvieron la categoría -salvo la Juvenil masculina- , y dos de ellas acabaron además colándose en la final: las infantiles, entrenadas por Miguel Etxeberria, se colgaron la medalla de oro tras vencer a la Comunidad Valenciana por 23-22; y las juveniles, dirigidas por Iñaki Pérez y Natalia López, se trajeron una valiosa plata tras sucumbir ante el combinado valenciano por 30-18. Dos éxitos incuestionables, teniendo en cuenta además que es la primera vez en la historia que la selección infantil se proclamaba campeona de España y que la juvenil disputaba su segunda final en 28 años.

Estos éxitos se unen a los de clubes navarros que en las últimas temporadas se están clasificando para las fases finales de los Campeonatos de España o están jugando play offs de ascenso. “Yo diría que el balonmano femenino navarro está atravesando el momento más dulce de los últimos años”, asegura Andrés Garde, presidente de la Federación Navarra de Balonmano (FNB), quien destaca que todo es consecuencia del “trabajo que se está realizando desde todos los equipos”, combinado con las herramientas que se ponen en marcha desde la propia FNB, como los cursos para la formación de entrenadores.

3.696 licencias

Casi el 55%, de chicas

Navarra cuenta en la actualidad con 3.696 licencias de balonmano. A día de hoy, la mayoría están copadas por las chicas -2.023, el 54,73%- frente a las 1.673 de chicos. Iñaki Muñoz, director técnico de la FNB, explica que en localidades más pequeñas, fuera del ámbito de Pamplona, el balonmano es “para muchas chicas la única opción deportiva que hay. En municipios como Aoiz, Andosilla o Estella competimos con menos deportes. En categorías como alevines o prealevines es donde más se nota la diferencia, mientras que en juveniles y senior -sobre todo en esta última- hay más equipos masculinos que femeninos”. Y facilita unos datos. En Juvenil, esta temporada, se han contabilizado 11 equipos de féminas y 8 de chicos, mientras que un escalón más arriba existen 17 conjuntos masculinos y sólo 6 femeninos. “Las chicas dan prioridad a sus carreras, a sus estudios”, comenta como posible explicación.

Para Iñaki Muñoz, extécnico de clubes como el Beti Onak o el Itxako, una de las claves ahora mismo en este auge del balonmano femenino en Navarra se debe a la formación de los entrenadores. “Este tema es fundamental”, asegura. Y añade otra esencial también: “La labor de los clubes. Las selecciones se ayudan mucho del trabajo de los clubes y de tener seleccionadores preparados, con muchas ganas, y con una línea de trabajo que se sigue año tras año. Se van superando etapas y la manera de trabajar es la misma, esté el entrenador que esté. Para mí, el secreto es meter mucha caña con el tema de titulaciones”, insiste.

plan de estructuración

El impulso por devolver a Navarra a la elite

A principios de octubre de 2018, la Fundación Miguel Induráin, la FNB y el Beti Onak firmaron lo que se llamó convenio de estructuración del balonmano femenino. Un acuerdo mediante el cual se busca que una niña, amante del balonmano, disponga de la formación y las posibilidades necesarias para jugar en Navarra, sin tener que salir fuera. El Gurpea Beti Onak, equipo de la División de Honor Plata femenina -donde también compiten Lagunak y BM Loyola-, es el referente de este proyecto y el objetivo además es que alcance a jugar en la Liga Guerreras Iberdrola, la máxima categoría, con un alto porcentaje de jugadoras navarras. Este convenio, con vigencia hasta finales de 2019 aunque prorrogable, está abierto a todos los clubes de la Comunidad Foral. Hasta la fecha ya se han adherido Baztango, Ultzama, Aoiz, Txantrea, Loyola, Tafalla, Bardenas y Lizarreria.

La última vez que Navarra disfrutó de un equipo femenino en lo más alto del balonmano fue con el Itxako. Club que encandiló, que engrosó un palmarés donde se incluyen Ligas, Copas de la Reina y hasta un subcampeonato de la Champions League. Y que acabó por desaparecer en 2013. Ahora se busca devolver a Navarra a la elite y los plazos que se manejan no son, para nada, excesivamente largos. “No hay un plazo establecido y tampoco se puede meter semejante presión al club de referencia o a las jugadoras que lo conforman. Pero no debe ir muy lejos. Es verdad que pueden fallar muchas cosas o haber cambios, pero debe ser un plazo medio”, sostiene Andrés Garde.

Hasta la fecha son nueve los clubes navarros que se han sumado a este convenio, incluyendo el de referencia. Garde considera que “lo ideal” es que “se hubieran adherido todos los clubes con sección femenina”. En este sentido, Iñaki Muñoz puntualiza que “cada club, al final, tiene sus proyectos, sus objetivos a corto, medio y largo plazo, que son muy respetables. Ellos luchan por sacar adelante lo suyo”. Aun con todo, el director técnico resalta que “lo bonito sería que se unieran todos los clubes, entre todos potenciar esto y que las jugadoras que están fuera puedan regresar. Sabemos que es muy complicado, porque hay entidades que tienen sus objetivos y debemos respetar la decisión. Lo importante es que entre todos debemos seguir trabajando por el bien del balonmano femenino. Ojalá que al final todo esto salga adelante”.

El presidente de la FNB confía en que, en un futuro próximo, Navarra pueda volver a presumir de dos equipos en la elite de este deporte. El Helvetia Anaitasuna, en la Liga Asobal, y el Beti Onak, en la Liga Guerreras Iberdrola. “Se está trabajando muy bien y al final los resultados salen. A ver si somos capaces de enganchar y que nuestras chicas se queden aquí. Eso depende de la Federación, de los clubes, del Gobierno de Navarra también...”, explica.

Asimismo, para dar el espaldarazo a este proyecto, Andrés Garde -presidente desde el año 2016- no descarta que Pamplona pueda albergar en un futuro un Campeonato de España de balonmano femenino. “Traer un evento así sería algo muy positivo. Aunque para ello hay que involucrar a las instituciones, al Gobierno de Navarra e incluso al sector de la hostelería. Un campeonato de estas características trae consigo mucho movimiento”, asegura.