vivir una Final Four en un pabellón como el Lanxess Arena de Colonia es un privilegio y soy de los privilegiados que voy a poder disfrutarla en primera línea. La Champions es la gran competición de clubes. Es ver 20.000 almas volcadas con el balonmano en un escenario mágico. Tal es el fervor con el que se vive este acontecimiento que, al mismo tiempo de su celebración, ya se ponen a la venta las entradas para el año que viene. Sin saber qué equipos la disputarán. Entre hoy y mañana, se podrán adquirir 10.000 y en noviembre soltarán otras 4.000 o 5.000. Un marketing que la EHF tiene bien estructurado. Da igual que, por tercer año, no haya ningún equipo alemán clasificado. En Alemania, todo lo que rodea al balonmano es puro espectáculo, una religión. En el aspecto deportivo, estamos ante el décimo aniversario de este formato de competición. Hace diez años que se celebra la Final Four y el Barcelona no quiere dejar escapar la ocasión de alzarse con una nueva Champions, lo que supondría la décima para sus vitrinas. El conjunto de Xavi Pasqual parte con todos los boletos en una cita en la que los cuatro entrenadores son españoles. Su rival será el Vardar, un equipo que, a pesar de la inestabilidad por la salida de su patrocinador principal, ha completado una Champions muy buena. Cuenta con jugadores de la talla del gigante Kristopans, que ha firmado con el PSG para la próxima temporada. También con el central Skube, que es quien maneja el cotarro, y quizás, lo más flojo, sea su portería. De la primera semifinal, para mí el favorito es el Veszprém frente al Kielce. Es un equipo más consistente línea por línea, con jugadores como Laszlo Nagy, que pondrá aquí punto y final a su carrera. En el equipo polaco estará Cindric, muy desequilibrante, que el año que viene jugará en el Barcelona. El campeón de la Asobal es un equipo construido para ganar la Champions, para mí el favorito, aunque se pueden dar sorpresas. La final puede ser un Veszprém-Barça y partiría con un 45-55 a favor de los azulgranas. Muy igualada. Muy bonita.El autor es técnico navarro de la Federación Española de Balonmano