Madrid - La selección española de balonmano afrontará una intensa semana de trabajo con la disputa de dos torneos internacionales, la Golden League, en la que España se medirá con Noruega, Francia o Dinamarca, y el Torneo Cuatro Naciones que se disputa en la ciudad argentina de San Juan, en el que el técnico Jordi Ribera pondrá a prueba a la nueva generación de Hispanos. Una lista en la que conviven debutantes como el lateral David Fernández o los centrales Jon Azkue e Ian Tarrafeta con veteranos como el portero Sergey Hernández o Iñaki Peciña.

“La selección que va a Argentina es una mezcla de jóvenes con proyección y jugadores que ya han participado en otras actividades, porque con el poco tiempo que van a tener, había que hacer un equipo con gente que tuviera una idea básica del funcionamiento”, señaló Ribera. “La idea es que los jugadores aprovechen al máximo la experiencia, porque nos vamos a enfrentar a tres equipos fuertes que nos van a plantear muchos problemas y si la selección quiere estar a la altura y quiere ganar va a tener que hacerlo muy bien”, explicó Ribera.

Aunque por encima del resultado, el objetivo del equipo que dirigirá César Montes y que se medirá con la selecciones de Polonia (hoy a las 23.00), Rusia (mañana, a las 23.00) y Argentina (viernes), será observar la evolución de jugadores que están llamando con fuerza a las puertas de la selección, si no es que las han abierto ya de par en par.

Entre los convocados para la selección española se encuentran el jugador navarro de Anaitasuna, Antonio Bazán, quien fue campeón del Mundo júnior en 2017 y Sergey Hernández, que fue portero de Anaitasuna entre 2015 y 2018 y ahora jugador del BM Logroño-La Rioja, sobre quien el seleccionador Jordi Ribera, aseguró: “Es un portero que está en un muy buen momento de forma. Sergey, que ya jugó contra Suecia y Noruega en la EHF Euro Cup, lo está haciendo muy bien”, destacó el técnico. - Efe