Pamplona - Terminada la primera vuelta de la Liga Asobal, el Helvetia Anaitasuna se centra ahora en finalizar el año con una alegría en la Copa del Rey. Los navarros disputan esta semana la tercera eliminatoria y lo hacen frente a la Unió Esportiva Sarrià, de la División de Honor Plata, que entrena el exjugador Salva Puig. El primer partido es esta tarde (20.30 horas) en tierras catalanas y el objetivo pasa por ganar y obtener un buen resultado que les permita afrontar la vuelta del sábado en Pamplona con una mayor tranquilidad.

La expedición del Helvetia Anaitasuna viajó ayer a Sarrìa de Ter, en Girona, con toda la plantilla disponible. Desde que finalizó la competición liguera la semana pasada, Iñaki Aniz ha dosificado los entrenamientos de su equipo para llegar en las mejores condiciones posibles a este compromiso copero. Enfrente estará un rival que juega en una categoría inferior, razón de más para no fiarse del Sarrià que ya eliminó a un Asobal, el Cangas, en la anterior ronda. Además, se trata de un conjunto que en su pista sabe empujar. “Ellos allí aprietan mucho. Es un buen equipo y jugará sin presión. Ésa será su baza”, aseguraba Aniz antes de viajar.

La UE Sarrià ocupa actualmente el décimo puesto -de un total de 16 equipos- de la segunda categoría del balonmano nacional, con 13 puntos en su casillero gracias a sus seis victorias y un empate en las 13 jornadas disputadas. La plantilla está dirigida por Salva Puig, exjugador de equipos de la Liga Asobal como Granollers, Valladolid o Barcelona, además de otros como el Göppingen alemán o el Toulouse francés.

El entrenador del Helvetia Anaitasuna espera que el de esta tarde será un partido “muy peleado”. “Entiendo que para ellos es un encuentro de disfrute puro, por eso de medirse a un conjunto de la Asobal. Somos conscientes de que vamos a sufrir. Es un equipo completo dentro de la Plata, con una primera línea decente, que chuta, con un buen pivote y una defensa que te presiona y corre”, subraya. Al ser un rival de otra categoría, el preparador navarro teme que “cueste más” meter al equipo” y sobre todo le preocupa el “nivel de cansancio” con el que se llega a esta eliminatoria. “Después del mal partido ante el Ademar, habrá que ver cómo nos rehacemos para realizar el mejor partido posible y ganar”, aseguraba.