ESPAÑA Pérez de Vargas; Aleix Gómez (2), Maqueda (2), Guardiola (2), Marchán (5), Cañellas (-) y Fernández (10) -equipo inicial-, Corrales (ps), Solé (2, 1p), Alex Dujshebaev (3), Entrerríos (2), Sarmiento (-), Dani Dujshebaev (4), Ariño (-) Figueras (3) y Morros (1).

TÚNEZ Harbaoui; Rzig (3, 1p), Abdallah (1), Darmoul (8), Sanai (3), Toumi (5) y Jaballah (5) -equipo inicial-, Maggaiz (ps), Majdoub (-), Fekih (-), Haj Youssef (-), Maaref (3), Soussi (-), Jbeli (-), Zaied (2) y Margheli (-).

Marcador cada cinco minutos 3-3, 6-6, 9-8, 12-10, 13-11, 17-14 (descanso), 20-16, 25-20, 28-23, 30-25, 34-27 y 36-30.

Árbitros Hansen y Madsen (Dinamarca). Excluyeron por dos minutos a Morros (2), Alex Dujshebaev, Ariño y Maqueda por España; y a Zaied, Jaballah y Mohamed Soussi por Túnez.

Pabellón Nueva Capital.

- La selección española certificó su clasificación para la segunda fase del Mundial de Egipto, en la que se medirá con Alemania, Hungría y Uruguay, tras imponerse por 36-30 a Túnez, en un encuentro en el que los Hispanos comenzaron a recordar al equipo que el pasado año se proclamó campeón de Europa por segunda vez consecutiva.

Es cierto que los de Jordi Ribera todavía no son el equipo que dominó a todos sus rivales en el último Europeo, pero sí que dio un paso a adelante con relación al juego desplegado en las dos primeras jornadas ante Brasil y Polonia.

Especialmente en ataque, donde España logró dotar desde el inicio de partido la fluidez necesaria a su juego ofensivo para hacer llegar el balón en ventaja a los extremos y pivotes. De hecho, seis de los ocho primeros tantos del conjunto español fueron obra de los jugadores de segunda línea, tres del extremo Ángel Fernández y tres del pivote Rubén Marchán.

Pero si España encontró desde el primer minuto el camino en defensa, mucho más le costó hallar la fórmula en defensa para contener al conjunto tunecino. En particular, al central Mohamed Darmoul, que con sus eléctricas fintas, causó numerosos problemas a los defensores.

El acierto en ataque permitió a España mantener llegar al descanso con una renta de tres goles (17-14). Una ventaja que se abrió con los cinco goles de ventaja (22-17) que alcanzaron los de Jordi Ribera a los siete minutos de la segunda mitad.

Las dudas se acabaron por completo con el paso adelante que dio España en el tramo final del encuentro, dejando el encuentro sentenciado con siete goles de ventaja a falta de ocho minutos para la conclusión del partido.

Tiempo en el que España, pese a relajarse, nunca vio en peligro el triunfo (36-30) y la clasificación para una segunda fase, a la que los Hispanos acceden como primeros de grupo y tres puntos en su casillero.