No hubo sorpresas y el Barça, vigente campeón, se clasificó para las semifinales de la Copa. Se impuso a un Helvetia que dio una muy buena imagen, pero nada pudo hacer ante la superioridad de los azulgranas. El conjunto navarro fue competitivo y nunca perdió la cara al partido.

Los de Antonio Carlos Ortega impusieron su ley en el juego y su enorme calidad, pese al suspense en los últimos instantes. Luka Cindric, con once goles, fue el MVP y la bestia negra de los navarros. Los primeros minutos estuvieron marcados por la igualdad, en los que el equipo de Quique Domínguez, a base de una dura defensa y un gran acierto ofensivo, supo plantarle cara al gran candidato a ganar el título. Así, en los primeros cinco minutos de juego, el marcador reflejó un 4-3 para los azulgranas. Poco a poco, los de Carlos Ortega empezaron a imponer su ley y a los diez minutos la diferencia ya era de dos goles gracias a su alto ritmo de juego. El balcánico Luka Cindric fue una auténtica pesadilla para la defensa.

Sin embargo, a los catalanes les costó mucho despegarse en el marcador ante el buen juego del conjunto que dirige Quique Domínguez. Con 9-6, los verdiblancos buscaron atacar con siete en pista para sorprender a su rival. Lo único que consiguieron es detener al Barça en el luminoso e igualar el enfrentamiento (12-11). El Helvetia estaba aguantando bien a un rival superior. Se pasó por el ecuador de la primera parte con 13-11. A partir de ahí acabó la resistencia navarra. Pérez de Vargas empezó a parar todo y dio alas a su equipo, que logró un parcial de 4-1 (17-12). La diferencia era ya de cinco goles. En los últimos cinco minutos del período, el Helvetia consiguió detener la sangría de goles y reducir la distancia (19-15). Tras el paso por los vestuarios, el Barça salió decidido a sentenciar el partido. Los errores navarros facilitaron que los de Ortega se despegaran definitivamente con un parcial de 5-3 (24-18). Continuó esforzándose y peleando el conjunto de Quique Domínguez, que siguió encontrando opciones de gol.

Sin embargo, el técnico tuvo que solicitar un tiempo muerto después de que el Barça lograse el 26-20 (máxima diferencia hasta el momento). A partir de ahí, el enfrentamiento se volvió a equilibrar, ya que la defensa catalana ya no era tan intensa. Se pasó por el ecuador de la segunda mitad con 29-24. A menos de 12 minutos, se mantenía la resistencia navarra (30-26). El Helvetia Anaitasuna se situaba a cuatro goles. Carlos Ortega, entrenador del Barça, solicitó un tiempo muerto viendo que su equipo no era capaz de cerrar el partido en Antequera, aunque la diferencia era cómoda. Carlos Chocarro firmaba el 32-28 y renacían las mínimas ilusiones verdiblancas.

Quique Domínguez volvió a solicitar un nuevo tiempo muerto. Ander Izquierdo y Chocarro, que jugaron un gran partido, mantuvieron a flote al Anaitasuna (33-30, m.56) aprovechando la superioridad numérica. Siguieron bombardeando los navarros (33-31), que habían despertado. Carlos Ortega tuvo que detener el partido, muy enfadado por el bajón de juego de su equipo. Aparecieron los nervios en las filas catalanas. Incluso el Anaitasuna dispuso de una acción para colocarse a un gol, aunque Izquierdo no pudo con Vargas. Cindric apareció para dar tranquilidad definitiva al Barça (34-31). Al final, 35-32.

FC BARCELONA Pérez de Vargas; Aleix Gómez (7, 3p), Mem (5), Fabregas (4), Thiagus Petrus, Langaro y Ariño -siete inicial-. También jugaron Janc (1), N'Guessan (2), Cindric (11), Ángel Fernández (1), Makuc, Ben Ali (1), Richardson (3, 1p) y Ali Zein.

HELVETIA ANAITASUNA Juan Bar, Gastón (3, 2p), Pereira (6), Izquierdo (4), Del Arco (2), Chocarro (5) y Bazán (3) -siete inicial-. También jugaron Cancio, Edu Fernández (4), Etxeberria (3), Meoki (1), Héctor González, Aitor García, Redondo (1), Bulkin y Albizu.

Marcador cada cinco minutos 4-3, 8-6, 10-8, 13-11, 17-12 y 19-15 (descanso); 21-17, 26-20, 29-24, 32-27, 33-29 y 35-32 (final).

Árbitros Luis Colmenero y Víctor Rollán. Excluyeron a Mem, Petrus, Langaro, Ali Zein por el Barça; y a Bazán por el Helvetia Anaitasuna.

Pabellón Fernando Argüelles. Unos 2.200 espectadores.