Bagnères-De-bigorre - En búsqueda permanente de la originalidad, los organizadores del Tour de Francia han situado la única crono individual de esta edición en pleno recorrido por los Pirineos. Los 27,2 kilómetros en torno a Pau no son una cronoescalada, pero sí rompen el ritmo habitual, porque llegan un día después de los primeros puertos de la alta montaña y antes de que los corredores afronten dos jornadas con final en alto, la primera de ellas en la cima del mítico Tourmalet.

La contrarreloj clarificará la general de cara a lo que queda por delante, porque se produce prácticamente a mitad del Tour, otra novedad, ya que tradicionalmente se disputaba poco antes de la llegada a los Campos Elíseos. En el terreno técnico, la primera parte está salpicada de pequeños ascensos, lo que resta algo de ventaja a los especialistas, que podrán tomarse su revancha en los últimos 12 kilómetros.

Los organizadores han previsto que la etapa sirva de homenaje al maillot amarillo, porque se cumplen 100 años desde que el francés Eugène Christophe lo luciera por vez primera el 19 de julio de 1919. - Efe