David Urdánoz (12-10-1979) lleva 14 años arbitrando en la Liga Nacional de Fútbol Sala y asegura que, si todo va bien, todavía le quedan seis años más. El colegiado internacional sigue disfrutando del día a día y de partidos tan especiales como el que dirigió el pasado martes: la final por el título de Liga entre Inter Movistar y Valdepeñas.

Acaba de pitar la final del play off

¿Está contento con su arbitraje?

-Sí. La verdad es que el partido fue muy bien. Obviamente, es un encuentro tenso, donde los equipos se juegan un título y los nervios están a flor de piel. Hay tensión y protestas, pero nosotros llevamos ya muchos años y sabemos cómo son estos partidos. Al final, todo salió muy bien y no influimos para nada en el resultado, que es el objetivo principal de un árbitro siempre. Creo que al final se hizo justicia y ganó el que tenía que ganar.

Tampoco hubo mucha polémica, porque el penalti a favor de Valdepeñas parece muy claro.

-Sí. Aparte de que fue muy claro tuvimos la suerte de contar con el soporte tecnológico, que es como el VAR de fútbol sala. El banquillo del Inter solicitó la revisión del penalti, fuimos a ver el vídeo y lo marcamos. Eso elimina cualquier tipo de duda y es mejor para todos.

La otra jugada que se revisó fue una posible mano a favor de Valdepeñas a falta de tres minutos para el final.

-La recuerdo perfectamente. Fue una mano en un tiro muy rápido, de un jugador que tenía las manos pegadas al cuerpo y que además se estaba retirando. Puede haber un ligero contacto, pero la jugada se produce fuera del área y en ningún caso podía haber sido penalti.

¿Cómo ve la implantación del videoarbitraje en el fútbol sala?

-Yo todavía me considero muy joven y me encantan las nuevas tecnologías. Cualquier herramienta que suponga una ayuda arbitral nos beneficia. Sobre todo, es importante que el resultado sea lo más justo posible. El problema es lo de siempre, que implica una inversión económica importante. Por ahora, estamos teniendo la suerte de que esas inversiones se han podido acometer para las competiciones importantes. Pero lo ideal es que esto se universalice y en la medida de lo posible sea algo habitual en los partidos de Primera División.

En fútbol sala son los propios equipos los que solicitan la revisión, no como en el fútbol.

-Sinceramente, viendo el resultado de los dos deportes, creo que el VAR se ajusta mucho mejor a las características que tiene el fútbol sala. Creo que nuestro modelo evita más polémicas. En el fútbol, el hecho de tener un árbitro adicional viendo el partido por vídeo implica al final que haya un doble criterio. En fútbol sala, nosotros mismos como árbitros vamos a ver la jugada. Además, tenemos la suerte de ser dos árbitros y podemos discutir en el momento las acciones. Tampoco sería bueno ir a revisar todas las jugadas porque se perdería la fluidez del juego, por lo que se deja en manos de los entrenadores o de los propios árbitros que elijan si consideran que una acción se debe revisar o no. Esta revisión en el vídeo, empleada tanto en la Copa de España como en este play off exprés, supone eliminar cualquier tipo de duda tanto para nosotros como para los equipos. Los entrenadores y los jugadores aceptan mucho mejor nuestras decisiones después de haber visto el vídeo que antes de verlo. Creo que es una mejora para todos y que el sistema actual del fútbol sala es fenomenal.

¿Cómo es arbitrar una final sin la presión del público?

-La verdad es que se queda un poco descafeinado. Es un poco triste. Al final, nosotros estamos acostumbrados a esa presión y en cierto modo nos gusta. Como buenos árbitros, somos buenos aficionados al fútbol sala y nos gusta la pasión de la afición, que la gente empuje, nos gusta ver un pabellón lleno. Es una pena perder esa energía y da lástima no poder disfrutarlo ahora. Está claro que, si falta el público, se pierde una parte muy importante del juego. Aparte de eso, yo sí que considero que el arbitraje sin público es más sencillo porque nos escuchamos todos y puedes hablar más fácilmente con jugadores y entrenadores. No hace falta gritar, se oye todo perfectamente y las conversaciones son mucho más naturales.

También se escuchan más las protestas de los jugadores...

-Esto fue algo que nosotros lo comentamos con los equipos antes del partido, en el vestuario. Les explicamos que, para bien o para mal. No había público y se escuchaba todo. Pero lo que sí hemos podido constatar es que, al no haber público y al saber que se pueden escuchar las protestas, las quejas han sido mucho más comedidas. Los jugadores no protestan por protestar, sino que lo hacen porque buscan una explicación. Si podemos hablar con total tranquilidad, no son necesarios los gritos o los aspavientos. Así que, al final, el nivel de protestas ha sido más bajo. Podríamos decir que pitar sin público ha sido un poquito más sencillo. Pero bueno, nosotros queremos que vuelva la gente porque sin ellos esto no tiene gracia.

¿Cómo fue su preparación durante el confinamiento?

-La parte técnica, que consiste en ver vídeos, la verdad es que fue muy intensa porque aprovechamos todo el tiempo que tuvimos. Todas las semanas teníamos entre dos y tres reuniones técnicas de vídeo y fue bastante intenso. En cambio, la parte física fue mucho más complicada. En mi caso, tuve que ser muy creativo, ver vídeos en Youtube y hacer ejercicios frente a la tele.

¿Ha notado esta falta de entrenamientos en los partidos del play off?

-La verdad es que al principio íbamos los árbitros con un poco de miedo. Todos llevábamos tres o cuatro meses sin pitar y siempre tienes ese miedo. A los árbitros nos gustar estar rodados, en competición y llegábamos a estos partidos sin saber realmente cómo estábamos. Luego, empieza el partido y a los 30 segundos ya te olvidas y te metes en el partido.

Lleva 14 temporadas en Primera División, pero todavía te quedan unas cuantas más, ¿no?

-Si todo va bien, al menos otros seis añitos más me quedarán todavía. Desde hace ya tres años soy también árbitro internacional y ya he pitado 45 partidos a nivel internacional. Hay muchos campeonatos que siempre suponen un reto, una novedad y una oportunidad. Seguiré disfrutando del día a día y de todos los partidos y competiciones.

De momento, ¿podrá disfrutar del verano?

-Bueno, un poquito nada más. Hay que seguir entrenando que en septiembre tendremos las pruebas físicas y esto arranca ya. En un par de meses estamos con la pretemporada y no podemos relajarnos.

¿Cómo es compaginar el trabajo y el arbitraje?

-Es lo normal. Los jugadores de fútbol sala son profesionales, pero los árbitros no lo somos. Tiene la desventaja de que tenemos que compaginarlo con nuestra vida familiar y laboral. Pero también tiene la ventaja de que podemos crecer como personas. El arbitraje me ha ayudado mucho en mi vida laboral. Y donde he trabajado, siempre han entendido la importancia del arbitraje. Haciendo sufrir un poco a la familia y gastando muchas vacaciones en concentraciones por Europa, no he tenido mayores problemas. Por el momento, sigo con mucha ilusión y disfrutando.

¿Cómo ve el nivel del arbitraje en Navarra?

-Hay un gran trabajo por detrás, aunque quedan cosas por mejorar. Somos una comunidad pequeña y el hecho de que yo esté en Primera División y de que sea internacional sirve un poco de ejemplo para los compañeros. En la medida de lo posible, trato de informarles en todo lo que pueda. Mi objetivo es que, si no es antes, cuando me retire, haya una o dos personas del comité navarro en Primera División siguiendo el camino que otros hemos abierto.

el protagonista

Fecha y lugar de nacimiento. 12-10-1979, Pamplona.

Trabajo. Responsable de producción en la empresa Acciona Windpower (Barásoain). Es ingeniero industrial.

Familia. Casado con Nerea García, cronometradora de Primera División de fútbol sala. Es padre de una niña de 4 años lamada Marta.

Trayectoria. Lleva 14 años arbitrando en Primera División. Ha pitado ocho partidos en finales de Liga, una final de Copa del Rey, una final de Copa de España y la final del play off exprés de esta temporada. También ha dirigido 45 partidos a nivel internacional.

"Espero seguir arbitrando seis años más y mi objetivo es que, cuando me retire, haya uno o dos colegiados navarros en Primera División?