Tendemos a creer que los grandes artistas viven en una burbuja con sus procesos de creación y sus pedradas mentales, y que solo a lo trascendental se asoman. Pero hay fenómenos tan apabullantes que se cuelan dentro. Y uno es muy obvio: narrada por ellos mismos está la pasión por el fútbol de los literatos Albert Camus (al parecer, era un gran portero), Cortázar o Neruda; de Warhol, Lowry y otro montón de pintores; o, a lo que íbamos, de muchos rockeros que no siempre están solo en sus cosas de rockeros -Sex, drugs and rock & roll, etcétera-. Y así, Mark Knopfler es un entusiasta del Newcastle; Rod Stewart (que casi fue profesional), del Celtic; y Elton John, presidente de honor (y exdueño) del Watford, tan de moda ahora por su marcha en la Premier. Dicen los jugadores que baja al vestuario a menudo, y que les felicita. Compartir eso con una leyenda tiene que molar más que ganar un partido de la Premier, que hay cientos al año.