pamplona - Graves incidentes en los prolegómenos del River-Boca provocaron que la vuelta de la final de la Copa Libertadores se retrasase dos horas. La llegada de la plantilla de Boca Juniors al Estadio Monumental se vio sorprendida por hinchas del equipo local que apedrearon el autobús del cuadro Xeneize. La Policía lanzó entonces gases lacrimógenos que afectaron a los jugadores, según revelaron los directivos del club visitante. Pablo Pérez, capitán de Boca Juniors, tuvo que ser, incluso, trasladado al hospital. Tras estos hechos, la Conmebol decidió postergar el choque una hora para, posteriormente, decretar su disputa dos horas más tarde del horario previsto. - D.N.