faltaban 25 minutos para el final del partido de Primera Cadete entre la Peña Azagresa y el Valtierrano. El resultado era de 5-0 cuando una jugada embarullada en el área visitante acabó con el balón en el fondo de la red y el portero del Valtierrano tendido en el suelo. En el banquillo de la Peña Azagresa no tuvieron dudas. El Valtierrano se centró y los jugadores locales permitieron que el delantero rival llegara al área para marcar el gol que permitía que todo siguiera. Un gesto para transmitir a los chavales que en el fútbol no todo vale.

Andrew Baptista es el entrenador del equipo cadete de la Peña Azagresa, además de coordinador del club. “Fue una acción en la que no vimos muy bien lo que pasó, pero tiramos a puerta y el portero del Valtierrano rechazó el balón. Al parecer, le dio en el estómago y lo dejó tendido en el suelo. La acción continuó, el balón seguía en juego y a los 15 segundos o así el balón entró”, comenta el técnico.

La reacción fue inmediata. “Mi compañero y yo nos miramos y les dijimos a los chavales que se quedaran quietos. No era justo haber metido un gol con su portero tendido en el suelo y era la forma de igualar el marcador como estaba antes de esa jugada”. No actuaron ante la recriminación del equipo contrario. “No, no. Vimos lo que pasó, el árbitro pitó el gol y nos pareció lo más justo hacer eso después”.

La reacción de los chavales fue buena, “porque ellos tampoco veían bien lo que había pasado” y el público respondió con aplausos, agradecido de ver gestos de este tipo en el mundo del fútbol.

El partido continuó y terminó con el resultado de 7-1 y una lección de deportividad que los chavales de 15 y 16 años no olvidarán fácilmente. “En estas edades siempre es importante el compañerismo, aunque les pase a los contrarios. Si hubiera ocurrido en nuestra área nos habría gustado que el rival también se hubiera comportado así. No hubo mala fe. Simplemente los jugadores estaban metidos en la jugada y no se dieron cuenta de que el portero no estaba bien. Son chavales y los dos equipos estábamos salvados. Así que yo creo que hicimos bien”. Aprender más allá del fútbol siempre es positivo.

Andrew y David Ríos. Andrew Baptista es jugador del equipo de Primera Regional de la Peña Azagresa, coordinador del club y entrenador del cadete, junto a David Ríos Mundi. El fútbol le absorbe buena parte del tiempo a este chaval de San Adrián, de 21 años. Es su segundo año en Azagra. Antes estuvo entrenando en la cantera del San Adrián.

cerca de 130 chavales en azagra

Fútbol y algo más. La Peña Azagresa tiene cerca de 130 jugadores. Un equipo en Autonómica y otro en Primera Regional son el espejo de una cantera que trabaja por detrás: juvenil, cadete, infantil, alevines y benjamines. Andrew Baptista es también coordinador. “Esto no es sólo jugar a fútbol. Intentamos fomentar otros valores y que los chavales practiquen deporte, que tengan motivos para no dejar el fútbol. Cuanto más tiempo estén en el fútbol con los amigos, mucho mejor. Y si tienen que salir algún día, que sean chavales educados, que sepan ganar y perder”.