PAMPLONA. - Rodri Fernández de Barrena arrancó con el Beti Kozkor en Lekunberri hace seis años en Primera Regional. El sábado certificó matemáticamente su presencia en la fase de ascenso a Segunda B..

Un hito histórico para el Beti Kozkor.

-Sí. Tal vez no lo celebramos como se merece pese a que es algo único e irrepetible porque era algo previsible en las últimas jornadas. La realidad es que nosotros cumplimos el objetivo en la jornada 20, cuando sumamos 40 puntos y conseguimos la permanencia. Esto es algo histórico, irrepetible. No sé si habrá algún equipo que en tres años pase de Autonómica a la fase de ascenso a Segunda B. No somos conscientes de la dimensión que tiene todo esto. Lo valoraremos dentro de unos años. Ocupamos la plaza por delante de Cirbonero, Txantrea, San Juan, sin que nadie lo esperara ni en agosto, ni en septiembre, ni en octubre, ni en noviembre, ni en diciembre... Todo el mundo pensaba que íbamos a caer y somos el equipo que junto a Osasuna y Peña Sport ha estado siempre en los puestos de fase de ascenso. Eso es difícil de repetir. Estamos muy orgullosos, porque, además, lo hemos conseguido tres semanas antes, teniéndolo casi hecho siete jornadas antes.

Es el ejemplo de un club pequeño que puede llegar hasta donde sueña, superando a otros clubes con mayor presupuesto.

-Sólo nosotros sabemos las dificultades en junio y julio para arrancar esta temporada. Con la ayuda del Ayuntamiento y de un par de empresas pudimos arrancar. Sabíamos que deportivamente el equipo estaba bien, porque habíamos hecho un par de refuerzos, pero nos hacía falta ese respaldo económico. Al final, con un presupuesto muy bajo, un sueldo del cuerpo técnico muy bajo y teniendo que tirar económicamente casi personalmente del equipo, lo hemos conseguido. Estoy convencido de que no habrá ningún equipo en fase de ascenso con un presupuesto más bajo que el nuestro.

Y serán el pueblo más pequeño con representación en la fase de ascenso.

-1.400 habitantes, con ocho jugadores de la plantilla (nueve con Andoni, que se tuvo que ir) de Lekunberri. Y el resto de la Ultzama, y sólo seis de Pamplona, y de ellos la mayoría lleva aquí seis años. Es muy difícil otro equipo de nuestras características, que arranque en Primera Regional y cinco años después esté en la fase de ascenso a Segunda B.

Si se para un momento a pensar, ¿de qué es de lo que más se alegra?

-De la gente que ha estado conmigo estos seis años. Los jugadores, mi familia, y me alegro especialmente por Mitxel Laplana, el delegado del equipo que ha estado conmigo los seis años y ha estado a las buenas y a las malas. Ha sido el compañero de viaje ideal. Y por el cuerpo técnico, porque los inicios fueron duros. No fue fácil arrancar, vino gente de Pamplona, pero hemos sido capaces de convertir una lancha de plástico en un crucero. Estoy muy orgulloso de lo conseguido, por todos los que han estado ayudando.

Ha superado dificultades deportivas y personales.

-Sí, porque viví un momento complicado, pero el fútbol fue lo que hizo que pudiera salir adelante, más fuerte de lo que yo pensaba. Fue el año de la permanencia en Autonómica.

Cuando se pasa por una enfermedad así, ¿se valora más todo lo bueno que le pasa a uno?

-Cuando ves todo tan negro, cuando te dicen esa palabra, cuando tienes que pasar por un tratamiento, cuando ves lo que hay en la sala de espera de un hospital, con gente más joven que está peor que tú, valoras todo un poco más.

¿Cuál va a ser el objetivo en la fase de ascenso?

-Tenemos cuatro semanas de pretemporada para prepararla. Ya estamos empezando a ver posibles rivales. El objetivo es llegar en las mejores condiciones físicas y ser competitivos en casa para llegar con vida al segundo partido. Hemos sido un equipo guerrero. Sabemos que será difícil, pero el equipo va a llegar bien física, táctica y mentalmente. Haremos que sea un premio para todos. Competir y llegar lo más lejos posible.

¿Alguna preferencia en cuanto a rivales?

-Cada uno tiene la suya. Para el club sería bueno un rival cercano y potente, tipo Sestao, para hacer buena taquilla; a mí me gustaría un equipo con un estadio importante, como un Compostela o un Racing de Ferrol; también es bonito un filial, un viaje a Mallorca... Cada rival tendrá lo suyo.