donostia - “¿Januzaj? Este chaval tiene que centrarse”. Pocos asientos habrá en la grada de Anoeta cuyos ocupantes no hayan escuchado la frase a algún vecino de localidad, desesperado con la frialdad y la aparente desidia del jugador belga. Pues sí. Va a ser que por ahí puede pasar la solución al problema. Januzaj tiene que centrarse. Pero no hablamos aquí de su cabeza y de los pajaritos que puedan residir en ella. Hablamos de su posición sobre el campo. Había ganas de ver jugar a la Real de Imanol. El José Luis Orbegozo presentó ayer un fenomenal aspecto, con gente trepando a las laderas para seguir el encuentro. Y el publicó terminó marchándose contento. Gustó el equipo. Gustó también la nueva versión de Janu.

Todo comenzó a gestarse una hora antes del amistoso, cuando se conoció la alineación que ponía en liza Imanol. La lista de titulares no admitía dudas: otra vez defensa de tres y carrileros largos. El experimento no había salido del todo bien solo cinco días atrás, el viernes en Nottingham. Pero el entrenador insistió, introduciendo algún leve matiz, y la imagen fue otra. Bien la Real por ejecutar de forma más que correcta, con la intensidad y la chispa requeridas, el plan ordenado por su técnico. Pero pongamos también en cuarentena la actuación txuri-urdin, al estar enfrente un Alavés supuestamente con piernas de plomo. Ya sabemos por estos lares lo que le importan a Asier Garitano estos amistosos. Más bien poquito. Los hipoteca por completo en beneficio de elevadas cargas previas de trabajo físico. Y luego ya entra en juego la capacidad del rival de turno, en este caso la Real, para aprovecharlo. Los guipuzcoanos lo hicieron ayer en Zubieta. Meritorio.

Salieron al campo con tres centrales, Llorente, Navas y Sagnan. Con dos carrileros, Gorosabel y Kevin. Y también con un entramado distinto al de Nottingham de ahí en adelante. Ni atisbo de la línea de tres centrocampistas de tierras inglesas, porque esta vez Guevara y Zurutuza actuaron prácticamente en paralelo. Y ni atisbo de la doble punta de hace cinco días, porque esta vez el ariete (Isak) se vio flanqueado por dos teóricos extremos. Extremos más teóricos que nunca, porque en realidad, y aquí queríamos llegar, Barrenetxea y Januzaj dejaron toda la banda para los laterales largos, centrando constantemente sus respectivas demarcaciones.

dos roles Donostiarra y belga se situaban de partida en parcelas equivalentes, uno en izquierda y otro en derecha, pero sus roles resultaban muy distintos. Mientras Ander era el encargado de correr al espacio aprovechando los huecos que dejaba a su espalda un notable Alexander Isak, Januzaj participaba constantemente en el juego colectivo del equipo. Bajaba a la base para iniciar las ofensivas. Pedía el balón en la zona de la mediapunta. Tiraba paredes cortas en pocos metros cuadrados. Y solo caía de vez en cuando a la banda, permitiendo que Gorosabel le doblara con diagonales interiores. El de Bruselas asumió el mando de las operaciones y la Real lo agradeció.

En el primer minuto de partido, Barrenetxea disparó alto tras ataque cocinado en el área de influencia de Januzaj, y todo lo que vino a partir de entonces en ataque llevó el sello de este. El Alavés había podido adelantarse en el arranque, poco después de la citada ocasión, cuando una mala cesión de Navas a Remiro casi la aprovecha Lucas Pérez para hacer el 0-1. Pero a partir de entonces sucumbió ante una Real presionante, cuyo bloque alto funcionó para ahogar al rival y cuya salida de balón, con el entramado de tres centrales, resultó tan arriesgada como beneficiosa.

En virtud de la misma, Januzaj comenzó a recibir balones que le confirmaron como un fenomenal lanzador. Aunque dentro de un contexto distinto, se ubicó en la zona por la que viene moviéndose Odegaard. Y no desentonó respecto a las buenas sensaciones ofrecidas por el noruego. Un equipo con la propuesta que está desarrollando la Real este verano necesita futbolistas con visión de juego para jugar rápido y al espacio. Y ayer el belga, lejos de retener el esférico como muchas veces hace junto a la cal, cumplió con ello. Una pared con Isak precedió a su asistencia a Kevin. 1-0. Después dejó solo a Barrenetxea ante el portero. Y al filo del descanso sirvió a Gorosabel para que el centro de este lo estrellara Isak en el palo.

Llegó luego la segunda parte. El carrusel de cambios. El regreso al 4-3-3, con Zubeldia de central zurdo. Pero la imagen del partido, la escena estelar, hacía tiempo que estaba ya adjudicada: Januzaj avanzando por el carril del ocho, cabeza en alto, para filtrar balones venenosos. Una variante más para Imanol. Interesante.

Real Sociedad1

Alavés0

REAL SOCIEDAD Moyá; Gorosabel, Llorente, Navas, Sagnan, Kevin; Guevara, Zurutuza; Barrenetxea (Portu, m. 50), Januzaj, Isak. A partir del minuto 71 jugaron: Moyá; Zaldua, Le Normand, Zubeldia, Aihen; Illarramendi, Merino, Pardo; Odegaard, Oyarzabal y Portu.

ALAVÉS Pacheco, Ximo Navarro, Ely, Duarte, Adrián Marín; Manu, Pere Pons, Paulino; Javi Muñoz, Joselu, Lucas. También jugaron Vidal, Maripán, Saúl, Tachi, Demirovic, Wakaso, Pina, Rioja, Fusch, Verdon.

Gol 1-0, m. 18: Kevin Rodrigues.

Árbitro Villaquirán. Amonestó a Wakaso.

Incidencias Unos 4.000 espectadores en el José Luis Orbegozo de Zubieta.