PAMPLONA - En las fiestas de Mutilva lanzó el cohete, el Instituto Navarro de Deporte y Juventud le dio la medalla de plata y el sábado recibió el homenaje de su club. Marino Abardía (19-10-1942, Lanaja, Huesca) empezó como presidente de un club con dos equipos de Boscos y uno en Segunda Juvenil y hoy lo deja con 40 equipos y 680 jugadores.

El sábado recibió el homenaje que merecía.

-Estoy muy agradecido a la Junta directiva de la Mutilvera por un acto tan emotivo, en el que estuvo la junta de Osasuna, el INDJ, el Ayuntamiento... y me gustó porque se homenajeó a mi mujer. Son muchas las horas que dedicas al club y le quitas a la familia. Soy una persona de trabajar sin esperar nada, pero fue muy bonito.

¿En qué ha cambiado el club?

-El 29 de junio de 1979 empecé como directivo con Tomás Monreal de presidente y en 1983 me hice cargo de un club que tenía dos equipos en Boscos y un Segunda Juvenil. Lo primero que planteé fue arreglar el campo, porque el día que llovía te hundías en el barro y las botas quedaban para tirar. Así que arreglamos el campo y sacamos el primer Infantil con Manolo Romero de entrenador. En 1996 sacamos el primer equipo en Primera Regional con el objetivo de subir a Tercera en cuatro años y en 2000-01 lo logramos. Fue muy emotivo, como el ascenso a Segunda B de 2015-16. En la actualidad tenemos 40 equipos, 680 jugadores y 80 entrenadores. Nunca pensé en crear este imperio. Quiero agradecer al Ayuntamiento, a Manolo Romero, a todos los directivos, entrenadores y jugadores porque de no haber estado conmigo no lo hubiéramos logrado.

¿Qué ha sido lo más difícil?

-Ha sido un trabajo continuado, y desde Pedro Arozarena a Iosu Ochoa, todos los coordinadores han trabajado para que el club fuera creciendo. Hemos remado en el mismo sentido. Además, el Ayuntamiento nos ha puesto instalaciones para crecer. Otros clubes de pueblo, sin ese apoyo, han tenido más problemas.

¿Con qué se queda?

-Con la satisfacción de haber podido trabajar para que tantas personas hayan hecho el deporte que les gusta. Y haber trabajado con mucha gente para conseguir los logros obtenidos. Sería especial subir a Segunda B en mi despedida.

¿Cómo es la situación económica?

-La Mutilvera es un club solvente. He tenido los pies en el suelo y he sabido cuánto gastar para no dejar deudas. He mirado el club como si fuera la economía de mi casa.

¿Es ingrata la labor de presidente?

-Ha habido elecciones y nadie se ha presentado salvo esta junta continuista. Eso sí, para criticar, todos hablan. Nadie quiere dedicar horas de forma altruista. Y todos los presidentes sabrán de lo que hablo.

Ahora habrá más ayudas de la RFEF.

-Antes nos daban 4.000 euros por desplazamientos. Ahora nos van a dar 40.000. Hoy en día es más fácil. Pero hay que preparar un presupuesto y gastar menos de lo que ingresas. Esa ha sido mi línea. Cuando estuvimos en Segunda B los presidentes me decían que les enseñara a hacer números con ese presupuesto y no deber nada. Nosotros estamos bien, todos los jugadores tienen ficha profesional, al igual que el entrenador.

¿Y a partir de ahora?

-Me han nombrado presidente de honor. Estaré ayudando mientras ellos quieran. Sigo yendo al club mañana y tarde.