pamplona - A Jorge Herrando Martín Monreal le llamó para entrenar con el primer equipo cuando sólo tenía 15 años. Lo conocía bien, al ser de Campanas. El central ha sabido seguir trabajando y superar contratiempos y categorías hasta llegar este año a hacerse un hueco en el once de Castillejo y contribuir a la buena campaña de Osasuna Promesas en Segunda B.

Ya tiene ficha del Promesas y se ha estrenado como goleador.

-Sí, he empezado bien con el nuevo dorsal. Tuve la suerte de marcar a balón parado, que hasta ahora nos estaba costando.

Están haciendo una temporada en casa espectacular. En la lista de mejores locales, el Promesas es el tercero después de Atlético Baleares y Yeclano.

-En la primera vuelta sólo perdimos un partido en casa y fue muy buena. A ver si conseguimos mantener los números en la segunda vuelta como locales y nos gustaría mejorar fuera.

¿Les vino bien la victoria en el primer día oficialmente sin Barbero?

-Al principio nos generaba algo de incertidumbre cómo se iba a desenvolver el equipo sin él, pero yo personalmente confío bastante en mis compañeros. Hay gente de sobra para sustituirle y para marcar los goles. Por eso fue importante ganar, para demostrarnos a nosotros mismos que podíamos meter goles sin Barbero.

Ahora hay que mejorar fuera de casa, empezando por el Real Unión.

-No será fácil, porque ellos se juegan la vida y saldrán a por todas.

¿Miran hacia arriba en la tabla?

-La clasificación no hay que mirar mucho. Te ves en esos puestos y te ilusiona y te anima para ir a entrenar a tope y luchar por algo bonito. Te motiva para seguir, sin perder los pies del suelo. Nos hemos adaptado bastante bien. Es una categoría dura. Pero defensivamente en casa estamos trabajando mucho y tenemos mucha confianza cuando jugamos en casa. Tiene una parte importante mental y tenemos que insistir para mejorar fuera. Porque a veces competimos igual de bien, pero no nos acompañan los resultados.

Se ha hecho con un puesto en el once, aunque con Castillejo no es fácil ser titular.

-Parece que estoy teniendo continuidad, pero hay que apretar más que nunca para seguir así.

Se lesionó en pretemporada, en un partido con el primer equipo.

-Sí. Llegué mal en pretemporada, no hice las primeras semanas de entrenamiento. Después entrené semana y media y jugué ese primer partido del primer equipo con el Amorebieta. Ahí me lesioné el cuádriceps y me costó recuperarme y tuve que bajar al juvenil a jugar unos partidos. Ahora me encuentro físicamente muy bien.

En ese momento lo vio volver al jvuenil, ¿lo vio como un paso atrás?

-No, porque es cierto que el ritmo de competición lo coges jugando. Así que cuando me propusieron bajar al juvenil a jugar, me lo pensé un poco pero rápidamente acepté porque, aparte de que en el juvenil tengo muchos amigos y he jugado con ellos durante mucho tiempo, sabía que también era lo mejor para mí contar con minutos y competir. Tal vez fue un paso atrás para coger impulso, pero nunca lo vi como un retroceso. Jugué cuatro partidos con ellos y después ya pasé al Promesas y me noté mejor en cuanto a ritmo. Cuando estás bien, vas cogiendo confianza y te atreves a más cosas.

Tiene 18 años. ¿Cómo se lleva lo de tener paciencia en el fútbol, cuando todo cambia tan rápido?

-Bueno, a mí todo me ha pasado bastante rápido, pero por el círculo en el que estoy me han sabido transmitir que tengo que estar tranquilo. No tengo prisa, pero sí ilusión y ganas por llegar arriba.

Siendo cadete, ya entrenó en el primer equipo.

-Tenía 15 años y creo que entre la familia y los amigos me han hecho tener los pies en el suelo.

Estando en un filial siempre se mira de reojo al primer equipo.

-Sí, te ves más cerca que nunca, porque entrenan a la vez en el otro campo y parece que estás cerca, pero aún queda mucho. Entre campo y campo hay unos metros y sólo una pared separa un vestuario del otro, pero esa pared es dura.

¿Se encuentra en su mejor momento?

-Yo creo que ahora estoy en un buen momento, compitiendo en Segunda B. A seguir cogiendo minutos, cogiendo experiencia... y todo lo que sea sumar, a la mochila. Todo lo que esté en mi mano hay que hacerlo. A disfrutar hasta que llegue una oportunidad.

Tiene contrato hasta 2022.

-Sí, es de agradecer, porque yo quiero estar aquí, es el club de mi tierra, el club de mi casa y ojalá llegue el día en el que pueda defender estos colores en El Sadar. Es algo soñado.