amá, hoy no me pongas camiseta interior. He salido a la terraza a mirar el tiempo y hace calor. Seguro que mi madre no me hace ni caso y me la pone. Bueno no me la pondré y ya está. Además hoy jugamos contra los primeros y seguro que nos hacen correr de lo lindo, como dice el yayo. Abro el bolso nada más llegar al campo y lo primero que veo es la puñetera camiseta. De verdad, mi madre se piensa que porque tenga 9 años todavía soy un niño.

Ya en el vestuario veo que el entrenador le dice hoy a Laura que juegue de portera, falta Iker y alguien se tiene que poner. Laura es buenísima por mucho que diga mi padre que sin Iker estamos jodidos. Más jodido se queda él cuando perdemos. Ese sí que es un niño.

En el calentamiento no damos una, Marquitos no hace más que decir que le duele la tripa y nos está poniendo a todos malos. Qué raro que la otra vez que jugamos contra estos también le dolía. Vaya casualidad, qué pobre.

Para los primeros minutos de partido nos pitan un penalti más grande que un castillo, como diría mi otra abuela. Claro, el papá de César y el de Raquel se ponen como locos diciendo que vaya tongo. También me parece curioso que los otros papás hace poco le decían al árbitro que era un matao y ahora aplauden como pavos.

Dentro del campo el partido iba de maravilla cuando, de repente, algo pasa por el otro lado. Una señora muy parecida a mi madre me empieza a gritar agitando una camiseta como si yo fuera un toro del encierro. Por supuesto que era mi madre. Parada del partido y a ponerme la camiseta. Creo que fue el único momento del partido que a Marquitos no le dolió la tripa. A mí me dolía todo, pero de la vergüenza.

Por cierto, se me había pasado decirles que Laura paró el penalti y nos fuimos al descanso empate a cero. Menuda victoria para nosotros€ y sin Iker. En la segunda parte el otro entrenador sacó al grandote de su equipo y nos metieron 4, pero para mí Laura fue la mejor del partido, y yo no pasé frío.

-Álvaro, cariño, estabas gritando goooolll. ¿Estás soñando? ¿Estás bien?

-Sí mamá, estoy muy bien€ Volveremos.

El autor es técnico deportivo superior