- Un grupo de 15 españoles, miembros en su mayoría de dos equipos de fútbol indios, iniciaron ayer un viaje en autobús de unos 1.500 kilómetros para atravesar la India desde la oriental Calcuta hasta Nueva Delhi, donde tomarán un vuelo a España fletado en medio de las restricciones por la COVID-19. Entre ellos el que fuera segundo entrenador de Osasuna Kibu Vicuña, que ha hecho campeón al Mohun Bagan y acaba de fichar por el Kerala Blasters.

El autobús, con 15 españoles y otros siete ciudadanos europeos, partió "con retraso" de Calcuta hacia las 10.00 (4.30 GMT) y se espera que llegue al aeropuerto capitalino hoy por la tarde, afirmó el entrenador español del East Bengal, Mario Rivera. "Vamos del tirón a Delhi porque no hay un hotel de garantías en el camino. El de Benarés lo cancelaron", explicó este entrenador de uno de los principales equipos de fútbol de Calcuta, la meca del balompié en un país en el que el críquet es el principal deporte.

Kibu Vicuña, con una amplia trayectoria en el fútbol navarro antes de dar el paso al profesionalismo con Jan Urban, y el resto de la expedición tenía previsto que se alojaran ayer por la noche en un hotel en esa ciudad sagrada situada a mitad de camino en la ruta Calcuta-Delhi, pero un contratiempo de última hora en medio de las numerosas restricciones por el covid trastocó los planes.

La India y sus 1.300 millones de habitantes se encuentran en confinamiento desde el 25 de marzo y, aunque éste debía concluir ayer, el viernes el Gobierno lo amplió por dos semanas más, relajando algunas restricciones en las zonas sin contagios, en un país con casi 40.000 infecciones y 1.300 muertes.

En marzo las autoridades indias habían impuesto también el cierre de fronteras y la cancelación de vuelos, permitiendo desde entonces la salida a cuentagotas de aviones de repatriación para los turistas varados en la India.

Sin embargo, en el caso de la mayoría de estos 15 españoles que trabajaban en Calcuta, su marcha no pudo producirse de inmediato, sino que tuvieron que esperar hasta que se confirmó el fin de la temporada liguera, lo que les dio luz verde para regresar a España. "El ánimo es bueno", asegura el entrenador, a pesar de las casi 30 horas de carretera por delante, en las que las restricciones no impiden que haya "mucho camión".

También se suceden los controles de seguridad -cuatro sólo en las primeras horas de viaje-, que impiden la libre circulación en el país para evitar la propagación del virus, y que el autobús supera con un pase especial del Ministerio de Interior proporcionado por la embajada de España en el país asiático.

Pero la odisea, lamentablemente, no concluirá en Nueva Delhi. Allí tomarán un vuelo holandés de repatriación en la madrugada del martes con destino a Amsterdam, y accesible a otros ciudadanos europeos, y después, previsiblemente, deberán esperar otras 24 horas para tomar un nuevo avión que, ya sí, les llevará a España.