- Los dos goles que le marcó al Valencia en Mestalla en un choque clave en la pelea europea confirmaron a Raúl García como uno de los mejores goleadores de esta LaLiga 2019-2020 y como el relevo claro a corto plazo del ya retirado Aritz Aduriz, al que le ha cogido el testigo a su estilo: a la madurez la excelencia.

A seis días de cumplir los 34 -lo hará el día 7-, el navarro, que no vivía su mejor año aún dentro de un rol indiscutible para Gaizka Garitano, apareció el día D y a la hora H para decantar un partido que abrió al Athletic de par en par las puertas de Europa. Tanto, que durmió en ella a la espera de que se cierre la jornada.

Sí es motivo de debate la ubicación en el campo de Raúl, ya que desde la media punta su generación de juego no es la que pide una posición tan trascendente; en la banda le cuesta profundizar y se aleja quizás demasiado del área; y más que un ariete de referencia es un llegador desde posiciones más retrasadas.

Curiosamente a Raúl esta temporada le faltaba gol, pero al no estar Aduriz se ha encargado de los penaltis y con ello se mantenía en sus cifras habituales. Que tampoco nunca han sido escandalosas.

Marcó dos goles pronto y luego se estancó con solo otros dos tantos de jugada hasta su eclosión en Mestalla. Cuatro goles en jugada son pocos para un jugador como él, pero seis ya son para tener en cuenta. Y como los ha aderezado con siete de falta máxima, al final hasta ha batido su récord en LaLiga con 13 dianas -su marca anterior era de 11 goles en la temporada 2011-2012, con Osasuna-.

Una cantidad ya considerable que le han aupado a un cuarto puesto en la tabla de goleadores por detrás de estrellas del brillo de Messi y Benzema. Y también de Gerard Moreno, que es quien le impide liderar a los goleadores nacionales.

Como pasaba hace nada con Aduriz, al que ha cogido el relevo hasta en los micrófonos: "no soy de halagos, huyo de eso. Esto es un equipo", dijo tras el partido cuando le alabaron su actuación. El estilo Aduriz. Quien, como él, a los 34 años, una edad provecta para un futbolista, se mantenía en la excelencia.