- La Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó ayer las normas reguladoras y bases de competición de la actual Segunda División B, que cambiará de formato a partir de la próxima temporada con la creación de dos nuevas competiciones, y de Tercera División, con lo que se acaba con gran parte de la incertidumbre que afectaba a los diferentes clubes navarros que militan en el fútbol de bronce.

La Segunda B está formada por 102 equipos divididos en cinco grupos y estos se parten a la vez en dos subgrupos cada uno. El grupo II acoge a los representantes navarros (Osasuna Promesas, Izarra, Tudelano y Mutilvera), riojanos (Calahorra, SD Logroñés y Haro) y aragoneses (Ebro, Tarazona y Ejea) en su subgrupo B, mientras que en el A aparecen los clubes vascos (Bilbao Athletic, Arenas, Barakaldo, Amorebieta, Leioa, Alavés B, Real Sociedad B y Real Unión) y cántabros (Racing y Laredo). Cada subgrupo disputa una liga regular, a ida y vuelta; y los tres primeros clasificados inician un largo recorrido de eliminatorias en la fase de ascenso a Segunda División. Los que no asciendan se aseguran una plaza para el próximo curso en la nueva Primera División Federación Española, compuesta por 40 equipos a nivel estatal y que contará con un nivel mayor. Los clasificados del cuarto al octavo lugar (cinco equipos) del subgrupo A se medirán en una liguilla de ocho partidos a ida y vuelta a los clasificados del cuarto al séptimo lugar (cuatro equipos) del subgrupo B, y llegarán a esta fase con los puntos computados entre ellos. De estos nueve conjuntos, dos subirán a a la nueva categoría. El resto ejercerá en la que se denominará Segunda División Federación Española junto a los que eviten el descenso y los que asciendan desde Tercera División, donde militarán los 22 clubes navarros, que se dividen en otros dos subgrupos.

Al margen de los matices de las competiciones, la RFEF dio luz verde a puntos que afectan a la disputa de partidos y a situaciones excepcionales en referencia a la incidencia que pueda tener la pandemia del covid-19. Respecto al primer aspecto, la Segunda B y la Tercera contarán con la misma ampliación de sustituciones a cinco, con un máximo de tres tandas para ejecutarlas, que se aplica en Primera y Segunda, aunque la convocatoria se queda reducida a un tope de 20 jugadores en lugar de los 23 de las dos máximas categorías. Sobre el protocolo sanitario, si un equipo de Segunda B detecta un positivo de covid-19 en su plantilla, el jugador infectado quedará en cuarentena y el resto del grupo deberá someterse a un PCR en un periodo menor de cinco días. En caso de que ese positivo se produzca en un equipo de Tercera, este dejará de entrenar y quedará fuera de la competición hasta quedar acreditado que todo el plantel haya dado negativo y nunca antes de siete días desde la notificación del positivo.

Las competiciones comenzarán con carácter general el próximo 18 octubre, salvo excepciones como la Primera Iberdrola y la Primera División masculina de fútbol sala, que arrancarán el 4 de octubre. Ambas competiciones, al igual que la Primera División femenina de fútbol sala, “son una excepción también en el criterio general de dividir las categorías en subgrupos”.

Por otra parte, la Federación Española informó de que “los Campeonatos de España de selecciones territoriales de fútbol y fútbol sala quedan suspendidos hasta final de temporada, momento en el que se decidirá si es viable su disputa en formato concentración”.

Además, la Comisión Gestora de la Federación también aprobó las Normas Reguladoras y Bases de Competición para la temporada 2020/2021 de las competiciones oficiales de ámbito estatal de las que es titular exclusiva: la Copa del Rey, la Supercopa y la Copa RFEF, que mantendrán los formatos de la pasada campaña, y además ha previsto una serie de disposiciones extraordinarias por la covid-19. Es decir, que la Copa del Rey mantiene su formato de eliminatorias a partido único en el campo del equipo de inferior categoría (hasta semifinales, que serán a doble partido).